Friday, December 02, 2005

CAPITULO VIGESIMO NOVENO

CRONICA DE UN VIAJE A ALEMANIA
===============================

Me di la oportunidad de viajar a Alemania, entre el 22 de Noviembre y el 30 de Diciembre de 1995. (38 días). La ocasión se presentó al converger 2 circunstancias laborales que fueron la acumulación de feriado legal lo que me dio derecho a solicitar 30 días hábiles y los ahorros acumulados durante 1 año de horas extraordinarias en mi lugar de trabajo. (Hospital Regional de Valdivia).
Es así como a pesar de lo difícil que fue encontrar pasajes aéreos en las fechas convenientes ,logré finalmente comprarlos de ida y vuelta Santiago-Madrid con combinación a Frankfurt. (Precio: US 1.200)
El Domingo 19 de Noviembre tomaba el bus a Santiago y me instalaba en el Hotel "Principado" al día siguiente en la mañana. (Av. V.Mackemna a 1 1/2 cuadras de Plaza Italia.)
 Contraté una movilización para el Aeropuerto Internacional "Arturo Merino Benitez", que me dejó allí para abordar el avión Iberia de las 12:30 Hr. Mi equipaje: Una voluminosa mochila verde, un bolso de mano y un gran libro de cuentos bajo el brazo. (Encargo de la Sra. María Eugenia Oyarzún para sus nietos Scheihing de Alemania).
Demás está tratar de describir las impresiones para una persona que por primera vez aborda una gran aeronave de 4 turbinas. (Boeing 747).
CUADRIMOTOR IBERIA
El viaje hasta Río de Janeiro es de unas 5 horas. Allí se baja del avión y se reembarca unos 45 minutos después. Se reinicia el tramo más largo, hasta Madrid, de unas 9 horas y 45 minutos. Una pantalla computacional va señalando las características generales del vuelo:
Altitud : 11.300 Mt.
Velocidad: 1.050 Km. X hora.
Tº fuera del avión: -48ºC.
En este largo trecho sobre el Océano Pacífico tengo tiempo para recapitular las circunstancias y motivaciones que explican la, para mí, muy singular situación en que me encuentro:
Desde hace unos tres años he ocupado mi tiempo libre para investigar sobre la familia Scheihing en Chile y sus antecedentes en Alemania. Con bastante paciencia había logrado ordenar unos 850 nombres de descendientes de mis bisabuelos paternos, Gottlob Friedrich Scheihing Gugeller (Mateo) y Elisabetha Dorothea Kurz Münzenmeyer. Creo que tengo ubicados por lo menos al 95% (tal vez más) de los parientes chilenos.
Logré también acumular interesante información sobre las líneas genealógicas alemanas directas de los inmigrantes. Esto gracias a la información encargada hace unos 30 años por mi tío Francisco Merino Rodríguez. Obtuve copia de dicha información gracias a la gentileza de mi prima Gabriela Diethelm Scheihing y a la genealogista de la Liga Chileno-Alemana Sra. Ingeborg Schwarzenberg de Schmalz. Para este último contacto tuve la valiosa colaboración de mi prima Gabriela Scheihing Bulo. Incluso pude elaborar un libro con toda esta información acompañada de numerosa documentación y fotografías.
Pero la fuente más importante de datos la obtuve de nuestro pariente de Alemania Holger Metz (Scheyhing) con quién había mantenido correspondencia por 2 años pese a no conocerlo personalmente. (Con Holger somos primos de 6º grado).
No obstante lo logrado, quedaban muchas preguntas sin respuesta. Holger vive el Kelkheim, cerca de Franfurt. No conoce los lugares de origen de la familia, en el Sur de Alemania.
Sabíamos que el pueblo originario más nombrado era Untertürkheim, en algún lugar no lejos de Stuttgart. Alberto Scheihing Mättig me había pasado una fotografía tomada hace unos 30 años en una calle de dicha localidad, en que aparecía una casa grande que, supuestamente sería de los Scheihing. Humberto Scheihing Morales, desde Puerto Montt me había enviado un par de fotografías de Untertürkheim, tomadas en 1993 por su hijo Rodrigo Scheihing García, en una breve pasada. Una vista lejana del pueblo y otra con una interesante fotografía de una sepultura familiar. Se acompañaba en comentario de que en un viaje al año siguiente no había encontrado dicha sepultura, lo que motivaba una serie de elucubraciones sobre la posible extinción de la familia, al menos en esa localidad: Básicamente era todo lo que sabíamos.
Pero... ¿Cómo será Untertürkheim? ¿Dónde está exactamente? ¿Cómo es la cultura de su gente? ¿Cómo son ellos? ¿Se conoce a la familia Scheihing? ¿Existe todavía esta familia?, si es así... ¿Les interesa la historia de la familia, les interesa saber sobre los Scheihing de América? Y en un plano más general... ¿Cómo es Alemania? ¿Son los alemanes tan fríos e individualistas como desde acá se cree?... ¿Es cierto que si no cumples estrictas formalidades no te reciben? ¿Es cierto que a un chileno le cuesta mucho adaptarse a ese medio?... etc.
Y así, muchas otras preguntas de este estilo reclamaban urgentes respuestas; y en el plano estrictamente familiar:
¿Qué pasó con la familia en las guerras que sufrió Alemania?...¿Tuvo hermanos Mateo Scheihing?...Existen sepulturas de parientes cercanos a Mateo?...Sabían los parientes de Alemania la existencia de sus similares chilenos? ¿Cómo recibirían a un pariente lejano que casi no habla su idioma?
¿Me vería afectado por la xenofobia que, se dice, existe en ese país?...
Así, con estas y muchas otras preguntas de ese estilo, repaso el plan general y el plan específico de mi llegada a Alemania:
Plan General:
=========
- Llegada y viaje a Kassel para arribar a casa de Ingrit Brinkmann Scheihing. (Ingrit Gust). 2 días.
- Viaje retorno a Frankfurt y a casa de Holger Metz Scheyhing. 3 días.
- Viaje a Essen para saludar a Juán Scheihing Oyarzún. 2 días.
- Viaje a Sturrgart y Untertürkheim para descansar, investigar sobre la familia y conocer al menos 1 pariente, si los hay. (Resto del tiempo, o sea, 4 semanas).
El plan específico de llegada, acordado por teléfono y carta con Ingrit incluía ubicar en el aeropuerto el Metro (ZUG) para la Estación Central de Frankfurt (Haupbahnhof). Allí tomar un tren a Kassel (Estación Wilhelm Ohe) ( a unos 180 km.) Allí me esperaría Ingrit. Ante cualquier dificultad, llamarla por teléfono.
Por fin se anuncia el aterrizaje en el Aeropuerto de Barajas, (Madrid)."En pocos minutos más aterrizaremos en el Aeropuerto de Barajas...el tiempo está nublado y con una agradable temperatura de 14 grados...se ruega a los señores pasajeros abrocharse los cinturones de seguridad, enderezar sus asientos y plegar las mesas."
Son cerca de las 12:30 horas. Al tocar tierra el avión y desacelerar rápidamente sobre la pista se produce un espontáneo aplauso de los pasajeros. De esta manera se libera la tensión de haber pasado tantas horas sobre el mar y haber llegado sanos y salvos. Descendemos todos pues hay transbordo de avión y trámites de inmigración. Los funcionarios españoles son amables y el proceso es expedito. A los que estamos de paso no se nos permite salir del Aeropuerto.
La mayoría queda en Madrid. Algunos pocos seguimos el viaje y, sumados a nuevos pasajeros abordamos el avión de 2 turbinas , Luftansa, para hacer el viaje de 2 1/2 horas hasta Frankfurt.
Es así como a las 15 horas estamos llegando a ese enorme Aeropuerto. Es enorme, con cerca de 30 puertas de embarque. Recupero mi mochila desde una gran cinta transportadora, Los trámites fueron increíblemente rápidos. Nada de aduana...nada de inmigración...nada de timbrar pasaportes...Lo de Madrid es válido para toda la Comunidad Europea.
No me significó ninguna dificultad encontrar el andén (Gleis) del Metro que va a la Estación Principal de Frankfurt. (Haupbahnhof). El problema comenzó para encontrar la "Boletería" donde comprar el "Ticket". Recorrí penosamente toda la Estación sin resultados. No me explicaba como toda esa gente entraba y salía de los carros. Por otra parte no me atrevía a preguntar a algún transeúnte. Estaba rodeado de alemanes y convencido de que al dirigirle la palabra a cualquiera de ellos se iban a confirmar todas las informaciones sobre la antipatía germana hacia los extranjeros. Ciertamente había solo dos posibilidades: O me retarían diciéndome: "¡ Antes de venir a Alemania hay que aprender alemán...!".ó, en el mejor de los casos, no se dignarían a responderme.
¿Qué hacer? Así estuve como 20 minutos buscando la esquiva boletería. Pero fue en vano. Inevitablemente tendría que elegir a uno de los transeúntes para consultarle. Difícil situación... a las preocupaciones explicadas se unía el hecho de que sería la primera vez que hablaría alemán a un alemán en una situación concreta. En el final del andén había un trabajador alemán en una pesada labor. Martillaba unos fierros y estaba sudoroso y engrasado. Me dije, siendo ese señor de condición más modesta, hay menos probabilidades de que se enfade. Así que acercándome le dije: (en alemán):
"Disculpe, esta es la primera vez que estoy aquí... y necesito viajar a la Estación Principal de Frankfurt... pero no encuentro donde comprar el ticket..."
Entonces, para mi sorpresa, con suma amabilidad y con esa entonación parsimoniosa de los alemanes, me señala un lugar a no más de 5 metros y me responde: "ALIII, EN LA MAAQUINA..." Vaya sorpresa; la estación está llena de máquinas que expenden boletos, y no las había visto. Le pregunto: "¿Con monedas?" y me responde de inmediato: "YAA, CON MONEDAS..." Entonces, más animado por su servicial actitud y constatando que es posible para mí hablar un alemán seguramente muy defectuoso pero, al parecer, entendible, le digo:
"Como vengo llegando, tengo un problema... no tengo monedas. Solo tengo a mano un billete de 20 Marcos".
Y me responde este simpático alemán: "AAAH, NINGUN PROBLEMA...LA MAQUINA TRABAJA TAMBIEN CON BILLETES... CON MONEDAS Y CON BILLETES..."
Cada vez más impresionado de su actitud tan diferente a las expectativas que llevaba y pensando que abuso de su paciencia le vuelvo a hablar:
"Y...¿Cómo se compra un ticket?" Entonces, dejando su trabajo, se pone de pié al mismo tiempo que dice: "AAAH YAA...VENGA CONMIGO..."
Entonces me explica y demuestra como se usa la máquina.
Le agradezco sinceramente y subo al metro con mi equipaje y el boleto en la mano ya que no hay controles de entrada a los mismos. Así hago el viaje de unos 15 minutos a la Estación Principal de Frankfurt, siempre pendiente del inspector que debe revisar el ticket. Y aquí me llevo otra sorpresa. NO HAY INSPECTORES... NO SE REVISAN LOS PASAJES... ¿? Esto es incomprensible para mí. O sea podría haber viajado sin comprar boletos y nadie se habría enterado.
Pero TODOS compran sus boletos... la máquina expende a varios precios según la distancia a viajar... y todos pagan el precio que corresponde.
Es una lección de honestidad ciudadana que llama poderosamente la atención de nosotros provenientes de un mundo latino.
No tuve mayores inconvenientes para comprar mi pasaje a Kassel. Son unos 160 Km. hacia el Noreste.
Durante este viaje se hizo de noche, lo que sucede en esta época alrededor de las 5 de la tarde.  ¡ Qué elegantes y que limpios encuentro estos trenes de la DB (Deutsche Bahn), a pesar de que viajo en 2ª Clase. Pequeños y cómodos compartimentos con asientos para 4 ó 6 pasajeros. Amplios espacios sobre los respaldos para equipajes. Todo de vidrio. A un costado la puerta que comunica al corredor de paso. Los WC con luz indicadora roja y verde. Impecables, con papel higiénico y jabón líquido o en polvo. Todo funciona perfecto. Papeleros al lado de los asientos. La Revista de Ferrocarriles. Bolsillos con folletos informativos. Frases filosóficas en las paredes para los que les gusta pensar mientras viajan. Itinerario perfecto minuto a minuto. Impresionante, ordenado. En estos viajes más largos hay inspectores de boletos (hombres y mujeres). Perfectamente uniformados. De enérgica pero amable voz. Saludan, solicitan los ticket, dicen frases simpáticas, siempre de buen ánimo, sonrientes, desean buen viaje, en fin, una maravilla que hay que verla para comprender que los alemanes han hecho de su locomoción colectiva un orgullo nacional. Me toca de compañero en este viaje a un policía alemán. Pienso que las circunstancias me han colocado frente a un genuino representante del estereotipo alemán que desde Chile he exportado: serio, poco sociable, quizá hostil con el extranjero, antipático, etc. ¡Qué equivocación! Una sencilla pregunta bastó para iniciar una amena conversación... me contó de su familia, sus hijos, interesado en saber de Chile, de cómo me trataban en Alemania. En fin... el mito sigue derrumbándose. Le regalé algunas monedas chilenas para sus hijos, lo que me agradeció con mucha gentileza.
"Wo ist dein Ticket?" (¿Dónde está tu boleto?)
"Nein... Policei fähr ohne ticket in Deutschland" (No... la Policía viaja sin boletos en Alemania)
"Ah... auch in Chile" (Ah... también en Chile)
Me desea una buena estadía y baja en una pequeña estación.
Después de casi dos horas de viaje llego por fin a la Estación de Kassel (Estación Wilhelm Öhe). No hay nadie conocido allí. Por lo tanto, de acuerdo al plan busco un teléfono para llamar a Ingrit Brinkmann.
Me costó mucho encontrar uno que funcionara con monedas. Casi todos trabajan con tarjetas. Finalmente encontré uno que se tragó una moneda de 5 Marcos y no me dio vuelto. No sé si estaría malo o no lo supe usar. Pero pude por fin comunicarme con Ingrit. Estaba esperando mi llamada. Me dijo que por el tráfico demoraría más de 30 minutos en llegar y, además, por el frío, lo mejor era tomar un taxi desde la salida de la Estación. Así lo hice. Los taxis en Alemania son enteramente amarillos y todos son de marca Mercedes Benz. El servicio es similar al de acá. Con taxímetro, y el conductor va conversando por radio con una central y con colegas de otros vehículos. El taxi es un servicio caro. El viaje fue de unos 15 minutos hasta un bonito lugar llamado Fuldatal, a unos 10 Km. de Kassel. Me cobraron 24 Marcos.



CASAS DE FULDATAL

Después de una cariñosa bienvenida por parte de Ingrit y su esposo Norbert Gust me mostraron una confortable pieza de huéspedes con que cuentan y que se encuentra en el subterráneo de la casa. Me llamó la atención la forma en que se ordenan las camas en Alemania. Ellos usan solamente sábana de abajo. Sobre ella colocan un plumón grande doblado en dos. La cabecera es cuadrada y también de plumas. Esto lo ví en todos los lugares en que pernocté durante mi estadía en Europa. Realmente al principio cuesta acostumbrarse ya que estamos habituados a la sábana de arriba, las frazadas y la cabecera rectangular. Además, si no tedicen que el plumón doblado hay que estirarlo, te quedas con los pies destapados. (Fue lo que me pasó a mí al principio). Naturalmente que conocía los plumones típicos del Sur de Chile, pero estos son hechos para usarlos con cubrecama y sábana de arriba ya que no se desdoblan.
Después que me hube aseado y refrescado de un día completo de viaje Ingrit me contó que en una hora más (eran como las 18:30 Hr.) le correspondía cantar con el coro en que participa, en una presentación de fin de año en el teatro de conciertos de Kassel. Al mismo tiempo me invitó al concierto siempre que no estuviera demasiado cansado. En realidad lo estaba pero accedí de inmediato por el gusto que tengo por la música; Ingrit telefoneó a su amiga y vecina. (La misma que vino con ella a Chile hace un año). Ingrit debía quedar libre para prepararse al concierto. Así que me fui con la amiga en su auto. El concierto fue de una gran calidad. Un coro de unas 120 voces mixtas, acompañados por la Sinfónica Estatal. La obra no la conocía. (Si mal no recuerdo se trató de un Requiem de Biset)
De vuelta a la casa tuvimos la tertulia de acuerdo a una costumbre alemana que, a lo largo de mi estadía, observé en varias familias. Ellos se juntan a conversar al anochecer; esta conversación se acompaña de un vaso de vino o cerveza y se colocan en la mesa dos o tres clases de pan. (En especial pan negro). El pan se sirve con cecinas de varias clases y quesos. En general, los alemanes no comen formalmente en la noche.
Al día siguiente, siendo un día laboral, le pedí a Ingrit y a Norbert que no se preocuparan por mí ya que podía hacerme un programa de actividades. Es así que después de desayunar con Norbert y que el me mostrara toda la casa salí a caminar por los alrededores y a tomar algunas fotografías de las bonitas casas que se aprecian en el vecindario.
Después de almorzar, Ingrit tenía la tarde desocupada por lo que me ofreció acompañarme al lugar de Kassel que más me interesara visitar. Tal vez mi elección resultó insólita para ellos, pues elegí el FRIEDHOF (Cementerio) de Kassel. Era para mí la única oportunidad quizá en muchos años de encontrar sepulturas de parientes de las ramas que, hace más de 100 años emigraron de Untertürkheim a Kassel.
FRIEDHOF KASSEL (CEMENTERIO)

Así pues, en un día frío y obscuro fuimos con Ingrit allá. Fue también la primera vez que anduve en tranvía. Ingrit tenía boletos que sirven para varias semanas. Se marcan al subir al tranvía. Estos vehículos no contaminantes son además muy cómodos. Están calefaccionados e incluso los asientos están temperados lo cual no deja de ser una grata sorpresa para quién sube aterido de frío desde una calle en pleno invierno alemán.
El Cementerio es enorme. Con parques y avenidas. Un gran crematorio en el centro. Recorrimos pausadamente, durante una hora, los distintos patios de sepulturas. Lamentablemente no encontramos ninguna de apellido Scheihing,
Después, ya de noche, fuimos con Ingrit cerca de la estación de trenes, donde me mostró una curiosa escultura. En la obscuridad de la noche un hombre va escalando por el aire hacia el cielo. La iluminación crea la ilusión de un hombre que flota en la ingravidez a apreciable altura entre los edificios.
Ya de vuelta a casa, la tertulia vespertina a la que se sumó la hija de Ingrit y su reciente esposo Jürgens Müller. Muy simpática pareja. Cantan con guitarra. Tienen un conjunto de música moderna con el que han hecho algunas presentaciones. Les causó mucha gracia que dediqué a Jürgens la Canción del Molinero cuya letra empieza: "Das Wandern ist des Müllers Lust..." ("Vagar es el placer del Molinero", o también, "Vagar es el placer de Müller...") Entonces me dijo: "...la próxima vez que vengas a Alemania tienes que venir a nuestra casa..." Les agradecí y los invité también a la mía. Al día siguiente, Viernes, debo partir a Frankfurt, a casa de Holger Metz. Mientras estaban todos fuera laborando he ido al Supermercado cercano y compré lo necesario para preparar una sorpresa a Ingrit: Postre de sémola con Salsa de Vino Tinto. Fue del gusto de todos y a Ingrit le trajo recuerdos de Chile y se su madre Else Scheihing que solía prepararlo.
Le pido a Ingrit que me ayude en el teléfono a coordinar mi encuentro con Holger en Frankfurt. Me esperará al final del andén en el horario convenido.
Como a las 4 de la tarde me van a dejar a la Estación de Ferrocarriles de Kassel. Tiempo para los abrazos de despedida, buenos deseos y encargo de Ingrit de volverme de inmediato a Kassel si surgiera cualquier contratiempo inesperado.
Sale el tren con la puntualidad admirable de costumbre. El paisaje es gris y frío como lo será siempre. La gente es cálida.
Son 1 hora y 45 minutos de viaje en los cómodos trenes de la Deutsche Bahn. Cerca de las 18 horas estoy arribando nuevamente a Frankfurt.
Desciendo con mi gran mochila, un bolso en una mano y en la otra el enorme libro de cuentos que llevo a los hijos de Juan Scheihing que veré en algunos días más. Esto después de este fin de semana que pasaré con este, a juzgar por las cartas, cariñoso pariente, a quién no conozco personalmente. Es el primer pariente alemán que conoceré; no sabe nada de idioma español. Francamente estoy preocupado...¿podremos conversar?...¿o seré un gran aburrimiento para ellos?...Estaré por primera vez con una auténtica familia alemana...¿Se producirá un choque con el individualismo del que tanto he escuchado en Chile? Frente a estos temores me anima un gran deseo de conocer a los que, desde esta etapa de mi viaje, vislumbro a los que podrían ser los únicos parientes a conocer en esta lejana, en tiempo y espacio, madre patria de la familia.
Mi preocupación mientras camino hacia el final del andén comienza a disiparse. Allá está parado Holger, con una gran sonrisa de bienvenida. Nos hemos reconocido de inmediato, desde unos 40 metros de distancia. Un gran abrazo y cariñosas palabras de bienvenida, todo en alemán por supuesto.
Toma mi bolso y caminamos hacia el auto. Mientras conduce raudamente hacia Kelkheim, a unos 40 Km. de Frankfurt, conversamos en alemán con un poco de inglés intercalado.
HOLGER METZ (1º DE LA DERECHA)

Me parece que a pesar de la tranquilidad de Holger la velocidad es demasiada. Miro el indicador: ¡ 160 Km. POR HORA ...!
"Holger,,,¿hasta qué velocidad puedes conducir aquí en Alemania?"
"Esta es una carretera de alta velocidad", me responde, "por lo tanto no hay límite de velocidad". Otra cosa nueva he aprendido.
Le explico a Holger mi preocupación respecto a mis escasos conocimientos del idioma alemán. En todo caso le aseguro que tengo mucho que preguntar, contar y escuchar. Y que lo haré hablando a mi manera...me interesa entender y que me entiendan y no me molestaré si mi estilo provoca risas. Entonces Holger me dice con energía: "Nein, tu hablas muy bien y aquí nadie se reirá de ti..." Cuanta razón tenía: Muchas veces sentía que mi pronunciación y gramática eran horribles, pero jamás alguien esbozó una mínima sonrisa por ello. Al contrario, la actitud fue siempre de ayuda, interés, sugiriendo las palabras, solicitando gentilmente repitiera alguna frase o palabra seguramente mal pronunciada. Fue así como en pocos días ya no tenía temor de dirigirme a cualquier persona, en la casa, en la calle, en el supermercado...
GERTRAUD METZ (CON EL AUTOR)

Llegamos a Kelkheim, un tranquilo poblado. La bonita casa de dos pisos de mis anfitriones... la misma de la cual me habían enviado fotografías. Allí está Gertraud, siempre amable y sonriente. Me muestran mi pieza, en el segundo piso. Después de refrescarme un poco bajo y tenemos una agradable velada al estilo alemán. Velas, pan, quesos, cecinas y vino. Todo muy elegante y sobrio. En la mitad de la mesa hay un arreglo navideño con forma de corona con ramas de pino, y 4 velas. Gertraud enciente una vela roja y me explica que corresponde a la 1º semana de Adviento. Cada semana se enciende una vela más hasta que en la semana de Navidad se encienden por fin las cuatro. Es una antigua costumbre alemana.
Les explico que mis planes son permanecer el fin de semana y el lunes dirigirme a Essen donde el pariente chileno Juan Scheihing. Lamentan que me quede tan poco tiempo y Holger me propone el siguiente plan: Mañana Sábado 25 de Noviembre saldremos a un paseo por las orillas del Río Rhin.
El Domingo tendremos una reunión familiar con los parientes Scheyhing de Holger y visitaremos la fábrica. Me parece exelente. Nos damos el "Gute Nacht" ("Buenas Noches") después de acordar que el desayuno será a las 9 de la mañana.
Puntualmente bajo la escalera a la hora acordada. Allí, al pié de la misma me esperan Holger y Gertraud. ¡Qué amables son!. Me saludan, me preguntan como dormí, y saludan de mano. Esta costumbre la ví muchas veces en Alemania. En alguna oportunidad quedó alguna mano estirada algunos segundos; me apresuro a disculparme..."es que en Chile no se acostumbra pasarse la mano al encontrarse para el desayuno..." Muy extrañados me preguntan: " Pero...¿cómo?...¿acaso en Chile no se saludan?..." Respondo, "Sí...en Chile nos saludamos, pero solo decimos Buenos Días, o bien...Hola, nada más..."
Entonces comentan entre ellos"...qué fríos deben ser los chilenos..." (¡?)
El desayuno incluye algunos de los productos que fabrica Holger en su firma. Tienen el aspecto de nuestra "harina tostada" pero con el sabor y aroma de la levadura de cerveza, que es su materia prima. Se consumen con leche, con o sin azucar o miel o con mermelada. Como dice Hoger, son productos muy sanos para la digestión, pero difíciles de vender por su aroma y sabor. Después de desayuno toco en el piano "O Tannenbaum". "¡Schön!, exclama Gertraud. Le explico que estacanción la cantaba mi Oma cuando éramos chicos.
Ahora me muestran toda la casa y el jardín posterior. Tal como en la fotografía, claro que ahora es invierno. También hay un pequeño estanque en el jardín con pececitos de colores.
El paseo por el Río Rhin
==================
Este día Sábado 25 de Noviembre fue uno de los que más recuerdos me trae. Salimos como a las 10 de la mañana y fuimos por la carretera, en el bonito auto de Holger.

 Después de pasar varios poblados pequeños llegamos por fin a las orillas del Río Rhin y enfilamos por su gran costanera hacia el Norte.
El paisaje es invernal, pero sin nieve. Los colores son muy suaves y toda la luz tenue en un día de nubarrones con espacios en que se cuelan rayos de sol. Se diría que estamos dentro de una gran postal pintada a la acuarela. El Río Rhin tiene una anchura similar a la del Río Valdivia (cuando se está en el muelle Schuster). Sus aguas son azul-plomizas y la corriente es considerable. Pese a ello la navegación es permanente. Una gran cantidad de anchas y bajas embarcaciones de carga pasan cada minuto en ambos sentidos. En ellos se ven distintas banderas quew indican su pais de procedencia. Ambas orillas están totalmente urbanizadas, con una bonita costanera. Infinidad de pequeños poblados con típicas casas alemanas adornan el paisaje. Pero lo que mñás llama la atención con antiguos castillos medievales que, de tanto en tanto, aparecen en ambas orillas. Los verdes cerros que encauzan el río suelen estar cubiertas de plantaciones de viñas.
Llegamos al Rgin aproximadamente a la altura del pueblo de Eltville, famoso por sus buenos vinos. Un par de kilómetros más adelante se divida en la bruma el antiquísimo Monasterio de Eberbach que data del año 1135. En el medio del Rhin existen unos largos y delgados islotes con plantaciones de álamos que se reflejan en el agua; posteriormente pasamos por el pintoresco pueblito de Rüdesheim que visitaremos en la tarde al regreso de este paseo. A unos kilómetros pasamos por las románticas ruinas del palacio de Ehrenfeld. Al frente, en un islote, la Torre de los Ratones. (Mäuseturm). En la orilla opuesta está el pueblo de Bingen.
Le sigue un lugar llamado Assmannshausen en que los cerros abundan de una piedra oscura llamada "pizarra". Me cuenta Hoger que durante la guerra, por la escasez de papel, en las escuelas los niños practicaban sus escrituras y números en planchas de esta piedra, donde se podía escribir y borrar.
Unos 5 Km. más adelante aparece "Die Pfalz" que es un antiguo y, relativamente, pequeño castillo que ocupa todo un islote en el Rhin. Tiene más de 650 años y nunca fue destruido ni modificado. Al doblar orillando el siguiente cerro que encajona al Rhin tenemos "Die 7 Jungfrauen" que son 7 roqueríos que asoman desde el agua. Desde aquí nos acercamos a uno de los sitios más famosos: "Die Loreley".
DIE LORELEI

 Es una gran roca con pendiente vertical sobre el río. Forma un precipicio de más de 130 metros de altura. Obliga al Rhin a reducir su anchura a una cuarta parte, por lo que sus aguas se hacen espumosas y torrentosas. Ciertamente un sitio peligroso de navegar. De allí la leyenda. "Loreley" es una joven y hermosa mujer de largo cabello rubio. Desnuda canta desde la altura y distrae a los marinos que naufragan al no poner atención a la peligrosa navegación. A los pies del barranco una estatua de piedra representa a la Loreley. Esta narración que me hace Holger se me hace más real en la imaginación no solo por estar en el sitio preciso de esta leyenda sino también porque mientras admiramos el paisaje se escucha la hermosa melodía "Loreley" de un casette en el auto. Junto a otras alegres canciones del Rhin me lo regaló y tengo la suerte de tenerlo en Chile.
Más adelante las aguas del río se calman y atravesamos por el pueblito de Goarshausen, de origen celta. Al frente, el pueblo de San Goar y, en los cerros, varios antiguos castillos: El Castillo de Katz y el Castillo de Maus (Rivales, seguramente).
Unos Km. más y llegamos a Braubach, antiguo pueblo que conserva las interesantes y típicas casonas alemanas de coloridas vigas entramadas. En este punto culmina nuestro recorrido hacia el Norte. Han sido caso 80 km. de maravillosa costanera. Pero ahora Holger ha pensado en el "broche de oro".
"¡Mira hacia arriba!" dice señalándome el cerro. Allá está, a unos 150 metros de altura, el imponente y antiguo castillo y fortaleza de Markburg. (Castillo de Marcos).

Holger estaciona el auto y nos disponemos con Gertraud a subir a pie. "Es la verdadera manera de disfrutarlo" me dice Holger. "No como los cómodos turistas norteamericanos que lo hacen todo desde el auto". Es así como subimos esforzadamente por senderos, bosquecillos y escalinatas hasta que finalmente llegamos al gran portón de entrada al castillo. Allí un guía turístico nos inicia por un memorable recorrido por todos los rincones de esta fortificación. Cómo olvidar las murallas de 3 metros de grosor, la gran torre inexpugnable, la sala de armas con su colección de armaduras de distintas épocas, el comedor y sus antiguos muebles, la cocina, el dormitorio. Incluso una sala de torturas medievales. La bodega de vinos, la capilla, la taberna, etc.
RESTAURANT EN EL CASTILLO MARKBURG

A propósito de comedor y taberna, tanto caminar y ver novedades nos ha abierto el apetito. Entonces entramos a la taberna del castillo. En ella funciona un completo restaurante al estilo medieval. Las mesas, sillas, platos, vasos y cubiertos son de estilo medieval. Incluso el vestuario de las garzonas; la carta es como de papel pergamino con letras góticas. El menú y la presentación de los platos son medievales. ¡Qué maravilla y qué descanso del espíritu! Es como un viaje en el tiempo hasta 600 ó 700 años atrás. Una vivencia real de lo que era el estilo de vida de nuestros antepasados alemanes.
Nos disponemos a almorzar lo que me traerá nuevas sorpresas.
De entrada una gran copa de vidrio en que viene aderezada una ensalada de lechuga escarola y otras verduras que no identifico. La pruebo y pregunto sorprendido a Gertraud: "¿Tiene Azucar!?... a lo que me responde tranquilamente: "Naturalmente que tiene azúcar". Los alemanes colocan al vinagre una cucharadita de azúcar lo que de la a las ensaladas verdes un sabor exquisito. De plato de fondo un filete con papas y otras verduras. Todo muy bueno y con sabores y aliños nuevos para mí.
Después de la sobremesa regresamos por la costanera del Rhin para visitar el pueblito de Rüdesheim.
Ingresamos por sus pintorescas y estrechas calles, sin veredas, como suele ser en los pueblitos alemanes. Se diría que casi todas las calles son peatonales. Dice Holger: "Ahora iremos de inmediato a visitar el Niederwald, antes de que anochezca y, a la vuelta, conoceremos este pueblo en detalle..."
Subimos por una carretera que atraviesa un gran bosque. Nuestro destino se encuentra a apreciable altura sobre el Rhin. Deben ser unos 700 metros. El "Niederwald" es un enorme monumento a la unidad alemana. Construido entre 1877 y 1883 con donativos de toda la nación. Una gran figura de bronce de 10,5 metros de alto sobre un pedestal de piedra de otros 25 metros, adornado también con figuras de bronce. Son más de 200 figuras en tamaño natural. La gran figura central representa a la Germania, mirando el valle del Rhin y como por encima de las colinas. Está sobre una gran explanada con asientos para observarla y miradores hacia el Rhin, el que se ve lejano allá abajo junto a Rüdesheim.
MONUMENTO A GERMANIA EN NIEDERWALD.
LAS PEQUEÑAS FIGURAS AL PIE SON,
EN REALIDAD DE TAMAÑO NATURAL

Holger me señala con orgullo que en esa época todos los alemanes se unieron por primera vez y lograron detener el avance de los franceses.
Después de tomar algunas fotografías y filmaciones, subimos nuevamente al auto y regresamos a Rüdesheim.
Estacionamos e iniciamos un recorrido a pié. Altas casas en callejuelas muy estrechas. Mucha gente paseando y en compras navideñas. Una pequeña plazoleta y un grupo de gente que mira una torre y parece esperar. Se trata de un maravilloso carillón. Faltan 3 minutos para las 5; decidimos esperar...
Ciertamente valió la pena: Se abre una ventana y aparece un gallo que canta. Enseguida las campanas tocan la hora. Después hacen un par de melodías navideñas. Se abren otras ventanas y aparece un bar. Una hermosa melodía de trompetas. Se cierran las ventanas y, por último, el gallo nuevamente canta su despedida hasta la próxima hora. Muy entretenido. Tuve la suerte de ver varios de estos carillones en este pais.
CARILLON DE RUDESHEIM

Seguimos nuestro camino y entramos al famoso "Callejón de los Tordos". Pasamos a una fuente de soda y tomamos café con torta. Están a la vista en una vitrina y el cliente elige. Yo probé una exquisita de chocolate. Continuamos, ya de noche, y tengo la suerte de adentrarme por primera vez en un "Weihnachtsmarkt". Me explico: En Alemania cada pueblo y ciudad organiza un "Mercado de Navidad". Es como una feria libre donde instituciones de la comunidad, familias y también el comercio instalan unos puestos callejeros de exhibición y venta de sus productos. Por ejemplo, aquí una familia que hace artesanía en cera de abejas, al lado otra que fabrica licores, una institución vende artesanías para el árbol de navidad, etc. Son muy pintorescos y entretenidos de recorrer. El ambiente está lleno de música navideña.
CALLEJON DE LOS TORDOS (DROSSEL)
EN RUDESHEIM

Son sitios de convivencia social. También hay puestos que ofrecen el típico "Rotewurst" (Salchichas) con pan y el "Glühwein" que es vino caliente. (Como nuestro "Vino Navegado" pero sin naranjas). Viene muy bien para el frío. Lo venden en bonitas tazas. Cada puesto compite en ofrecer las tazas más atractivas pues, generalmente, el comprador se las lleva de recuerdo. En las ciudades grandes el Weihnachtsmarkt puede abarcar varias cuadras y funcionar a diario durante un mes, hasta el 23 de Diciembre, que es el tope. El día 24 es sagrado y desaparecen todos estos mercados. En pueblos más pequeños, la comunidad elige un día de Diciembre, generalmente un Sábado, que es su gran día del Weihnachtsmarkt. También instalan escenarios al aire libre sobre los cuales los niños de las escuelas y los coros y bandas locales interpretan villancicos.
Bueno, continuando con estos recuerdos, nos encontramos que estábamos en el día del Weihnachtsmarkt de Rüdesheim. Lo recorrimos y disfrutamos también un par de Rotewurst y una taza de Glühwein. (Traje la taza de recuerdo).
Después de este día de tantas emociones regresamos a Kelkheim y nos retiramos a descansar para mañana, día de la reunión familiar de los Scheyhing.
Puntualmente a las 9 tomamos el desayuno y comenzaron a llegar los parientes. Haré a continuación una relación de todos los que conocí en este día Domingo 26 de Noviembre de 1995:
A los cariñosos anfitriones
- Holger Metz - Scheyhing y su señora
- Gertraud Metz geb. Scheffer, se agregaron:
- Heide Schöpff geb. Metz -Scheyhing, hermana de Holger.
- Peter Schöpff (Cuñado de Holger)
- Felicitas Rustemeyer geb. Scheyhing - Bomhard (Prima de Holger)
- Peter Rustemeyer (Esposo de Felicitas)
- Rolf Scheyhing - Schmermund (Primo de Holger)
- Eidrum Scheyhing geb. Eidman (Señora de Rolf)
- Angelika Scheyhing -Bolte (Prima de Holger)
- Hans Volker - Zeiger (Novio de Angelika)
He puesto los dos apellidos para mayor claridad nuestra ya que en Alemania no se acostumbra poner el apellido materno)
Los parientes a quienes dedico este relato tratarán de comprender las emociones que estaba viviendo. Siempre, en las circunstancias concretas que vivía, no podía sustraerme de tratar de asimilar la trascendencia de estos encuentros. Cuando abracé a Holger en la Estación de Frankfurt sabía que era el primer Scheihing de los descendientes de Mateo, que llegaba desde Chile, después de 143 años, y contactaba realmente con un pariente alemán, Scheyhing también, con la misma sangre mía. Me sentía con un inmerecido privilegio frente a mis numerosos parientes chilenos. Cuando saludaba a la hermana de Holger y a sus primos y primas me preguntaba si este sería el único día de contacto con parientes en Alemania. No podía imaginarme lo que todavía me esperaba en las semanas siguientes. En realidad es difícil expresar con palabras lo que se siente en esos momentos. Los parientes alemanes lo captaban también, ya que tras una gran alegría externa, no fueron pocos los momentos de sincera emoción. También yo me emocionaba porque ellos se emocionaban. Era una alimentación mutua de sentimientos. Hay algo difícil de explicar. Muchas veces sentía que no era principalmente yo quién vivía con intensidad estos encuentros; era como si Mateo se reencontrara con sus hermanos después de tantos años y nostalgias. Sé que esto sonará pretencioso a alguno, pero debo ser sincero. Era como si el pasado y presente familiar se unían. Era lo que se sentía.
Tal vez sea este el momento de algún comentario sobre ellos:
Como grupo, nuestros parientes son sumamente alegres y extravertidos. Ríen con facilidad, hacen chistes, conversan animadamente, discuten, vuelven a reir. Son curiosos, preguntan. Esta alegría externa no es superficial, puesto que son observadores y van meditando todo lo que dicen. Ríen externamente y también ríen en silencio con los ojos. Pero son muy considerados unos con otros. Todos se ponen atención. En fin, un grupo en que te sientes bien y en confianza.
Holger es el líder indiscutido del grupo. Él los convocó y asistieron. El organizó el programa de actividades. Holger es un típico Scheyhing, diríamos en Chile. De aspecto serio, pero considerado. Intelectual pero no frío. Trabajador, didáctico para explicar todo. Excelente anfitrión. Generoso. Amante de la buena mesa y las golosinas, pero también preocupado de la salud. Organizado pero flexible.
Gertraud Metz geb.Scheffer, la esposa de Holger tiene un temperamento discreto y encantador. Prefiere observar y escuchar. Dice lo preciso y acertado. De excelente gusto decorativo en la casa. Le gustan las plantas de interior y las velas encendidas en las tertulias. Una verdadera compañera y amiga de Holger con quién mantiene una tierna relación. Tiene en el subterráneo una especie de taller donde se junta con un grupo de señoras amigas y hacer artesanías. (Muñecas, adornos navideños, etc.) El dinero de estas ventas lo entregan a una organización de Iglesia. (Me parece que Adveniat) que a su vez lo envía para hogares de menores en Chile. Me mostró una carta de agradecimiento desde Chile por una cantidad de DM 2.000.- que lograron reunir el año pasado.
La hermana de Holger, Heide Schöpff geb. Metz-Scheyhing es una señora alta, muy delgada y rubia. Su cara me recordaba algunas señoras Scheihing de Chile. (La más parecida de las que conozco podría ser mi pariente Carmen Tobar Scheihing). Tremendamente amable e interesada de saber sobre Chile. Al extremo que en un momento los "hechó" a todos del salón porque quería tranquilidad para conversar conmigo. Estuvimos conversando cerca de una hora y media. También me mostró un valioso trabajo histórico que está haciendo. Su familia por la línea de los antepasados de los Metz tuvieron parientes que emigraron a la zona de Llanquihue en la época de la colonización alemana. (Parece que eran de apellido Keim). Esos parientes recién llegados a Chile mantuvieron una abundante correspondencia postal con sus seres queridos de Alemania. Heide tiene todas esas interesantes cartas datadas por los años 1859 en adelante. Como son de difícil lectura por los estragos del tiempo y por estar escritas en el estilo gótico que se usaba en esos años, las está traspasando a escritura a máquina para ordenarlas y facilitar su lectura. No hay sido pocas las dificultades ya que ellas incluyen palabras que solamente entiende quién ha estado en el campo chileno. De allí que tenía una lista, algunas mal escritas, las que tuve el gusto de corregir y explicarle la traducción. Todas las cartas provienen de un lugar en el Sur de Chile que ella tenía, con dudas, identificado con las palabras "El Cohlne". Le expliqué que lo que decía era "El Coyhue" ó "El Coigüe", que era una palabra indígena, que significaba el nombre de un árbol, que era común que los lugares del Sur conserven sus nombres de origen indio, etc. Además le expliqué otras palabras como "Asado", "Chicha", "Ñachi", "Ají", que a Heide le eran imposibles de comprender. Quedó muy agradecida y yo le pedí encarecidamente que me mande una copia cuando finalice tan interesante trabajo.
Felicitas Scheyhing (en Alemania Felicitas Rustemeyer geb.Scheyhing) me hizo recordar, cuando me la presentaron, que en Chile la pariente del mismo y original nombre me había dicho "parece que en Alemania existe otra Felicitas". Era cierto. Es una muy alegre señora, de pelo más bien castaño oscuro, facciones algo aguileñas, de risa abierta, espontánea. De profesión Médico Oftalmólogo. Enriqueció la reunión familiar con sus observaciones acertadas y comentarios sobre la familia. Le conté también que en Chile tenía un pariente con el mismo nombre.
Rolf Scheyhing, muy simpático, del tipo Scheyhing alto, delgado, canoso, sonriente. Más bien reservado pero haciendo precisas acotaciones. Cuando los filmé, con un derroche de simpatía se quedó mirando la cámara y dijo con una gran sonrisa, solamente esto: "Ich bin Rolf". (Yo soy Rolf). De gestos muy parecidos a los que se ve en parientes de Chile. Me recordó a mi tío, ya fallecido, Arturo Scheihing Peters.
Angelika Scheyhing, una mezcla de facciones entre mi hermana Edith y mi prima Gabriela Diethelm Scheihing. También simpática, sonriente, observadora, atenta a todo. Muy afectuosa, se ponía al lado mío, me apretaba el brazo. En las mañanas no solamente me pasaba la mano según la costumbre, sino además me daba un apretado abrazo y me besaba ambas mejillas. Realmente era conmovedor el cariño. Me trataba como si fuera un hermano que llegaba después de estar extraviado 20 años. Se emocionó en la despedida...en fin...no se puede expresar con palabras el cariño que ella y todos los parientes me hicieron sentir en esta reunión de Kelkheim.
Después de un exquisito almuerzo en familia fuimos a conocer la fábrica de Holger. Es bastante grande. Tiene unos 50 operarios. Todo muy moderno. Enormes cilindros de brillante aluminio. Todo limpio, impecable. También computadores e impresoras de color para las etiquetas, folletos de propaganda y cartas de promoción de los productos. Vimos también toda la línea de producción a partir de la levadura de cerveza. Incluso cremas para las manos y la piel. Holger explicó todos los procesos. Todos escuchaban y preguntaban con vivo interés. Esa parte no la entendí mucho porque era bastante técnica.
Después volvimos a casa y Holger organizó lo que sería la parte central de esta reunión. Alrededor de una mesa hizo una interesante conferencia sobre la historia de la familia y sobre el árbol genealógico. Tenía preparados varios paneles con fotografías de los Scheyhing de Kassel, de Frankfurt y localidades cercanas, además de Australia, de Estados Unidos y de Chile. (Las que yo le había enviado, por supuesto).Después de esta parte que fue seguida con gran interés por todos, se produjo una muy animada conversación y exhibición de otras fotografías que los presentes habían llevado para la ocasión. Yo estaba admirado. ¡Qué bonito sería hacer reuniones similares en Chile!
Así pasó rápidamente la tarde entre la once, la animada conversación y la tertulia nocturna, que se prolongó hasta pasadas las 12 de la noche.
Durante la tarde Holger insistió para que llamara a Chile por su teléfono celular y que hablara todo lo que quisiera sin límite de tiempo. Aproveché también de llamar a Juan a Essen para coordinar mi viaje de mañana.
Yo estaba un poco preocupado pensando que para Holger el día de mañana Lunes era laboral. Pero Gertraud me respondió rápidamente: "No te preocupes... él es el dueño".
En un momento de la tertulia pregunté al grupo: "¿Cómo eran los antiguos Scheyhing de Alemania? ¿Qué cualidades o defectos los caracterizaban?". Lo pensaron un poco y respondieron: "Eran bastante orgullosos como familia". Pregunto: "¿Cómo se manifestaba esto?". Responden: "Por ejemplo, se fijaban mucho en las parejas con las que se casaban. Tenían que ser del mismo nivel social, o superior. Nunca inferior." Pregunto qué otra cosa caracteriza a los Scheyhing y me dicen que a todos los miembros de esta familia les gustan las cosas dulces. Lamentablemente las limitaciones del idioma me impidieron ahondar en este tema.
El comienzo del día siguiente fue similar con los acostumbrados abrazos y saludos matinales.
Esa mañana se produjo una de las conversaciones más emotivas y que será para mí difícil de olvidar. Había un tema pendiente que tratar con Holger. En una de mis cartas desde Chile le hice unas preguntas más o menos así: ¿Qué sucedió con la familia durante las Guerras Mundiales? ¿Tuvimos caídos? ¿Cómo lo soportó la familia? En ese momento no me di cuenta que este tema es tremendamente delicado y doloroso para los alemanes. Se diría que no abordan el tema, salvo en grupos de confianza o en intimidad familiar. No podría pretender que me lo participaran por carta. Es lo que entendí de inmediato cuando Holger me contesta en una carta: "Respecto a tu pregunta, solo puedo decirte que mi madre siempre estuvo orgullosa de ser alemana." Por lo tanto, sabíamos ambos que este difícil tema estaba pendiente. Estábamos muy cómodos en los sillones del "living", con un traguito y conversando temas varios. De pronto algo en los dichos dio el pié para abordar el tema de la pasada guerra. Entonces la actitud cambió radicalmente. Holger y su cuñado Peter se pusieron de pié y dirigiéndose hacia la mesa me llamaron. "Ricardo, kome hier" ("ven acá") Entonces nos sentamos a la mesa, pero no alrededor de ella, sino uno a cada lado mío. Trajeron un grueso libro con terribles fotografías de las consecuencias de la guerra y hablamos con gran sinceridad. Se empeñaban con mucho anhelo y gran afecto de explicarme la situación de los alemanes durante la guerra. Por mi parte hice duros comentarios ante los cuales trataban de que entendiera su punto de vista. Hubo varios momentos de profunda emoción. Era como si a través de mí, quisieran transmitir en pocos minutos sus duras vivencias de varios años. Inútil sería tratar aquí de exponer sus sentidas palabras.
Por otra parte entiendo su reserva y su dolor y no me parece que deba exponer todo en esta narración. Sólo un par de frases sueltas para que el lector pueda imaginarse la tremenda carga emocional que la envolvía:
Les digo :"A los alemanes nadie los quiere por el genocidio que cometieron en contra de los judíos..." Entonces me toman un brazo y lo aprietan mientras se esfuerzan por contener la emoción y que les entienda sus palabras.
"Ricardo, trata de comprender, cuando se está en guerra no interesa la política. Todos deben ser patriotas y luchar por salvar a la madre patria. Lo que le hicieron a los judíos fue terrible y lo hicieron algunos fanáticos. La mayoría de los alemanes no sabíamos lo que estaba pasando. La propaganda no mostraba nada de eso. Pero ahora que han pasado los años es triste también que solo se recuerda el genocidio judío.
ABUSOS DE LOS ALIADOS CONTRA EL
PUEBLO ALEMÁN

Y quién habla del genocidio alemán? En los últimos meses de la guerra cuando Alemania era invadida por todas sus fronteras, por los rusos, americanos, franceses, etc...cualquier alemán, hombre, mujer o niño era un "cerdo nazi" al que había que matar. Mataron cientos de miles. Fue también un genocidio..."
Después me mostraron fotografías de varios jóvenes soldados parientes de apellido "Scheyhing". De no mas de 18 a 20 años. Rebosantes de vida, alegres, de rostros familiares, con sus impecables uniformes e insignias del ejército alemán. Todos "muertos por la Patria" ("Gefallen fürs Vaterland" dicen ellos). Fue muy emocionante.
GEFALLEN FÜRS VATERLAND

GEFALLEN FÜRS VATERAND

GEFALLEN FÜRS VATERLAND

GEFALLEN FÜRS VATERLAND

GEFALLEN FÜRS VATERLAND


Ya después de almuerzo me dediqué a mi equipaje. Aproximadamente a las 14:30 Hr. Holger y su cuñado Peter Schöpff me fueron a dejar al tren en la Estación Central de Frankfurt. Algunas bromas sobre un Ricardo supuestamente extraviado en Alemania en las próximas semanas. Al llegar la hora, sentidos abrazos y reiteración de la recomendación de volver el caso de cualquier problema y también al regresar a Frankfurt a fines de Diciembre (en un mes más) para tomar el avión a Chile.
Mientras viajo a Essen trato de asimilar lo que ha sido para mí este fin de semana. Realmente estoy abrumado por las atenciones y consideraciones. Todo ha sido tan diferente a lo que me aseguraban en Chile que podía esperar como extranjero en Alemania.
Visita a Essen
===========
Después de unas 2 horas de viaje en cómodo tren ISE descendí en la Estación de Essen. Según lo acordado, Juan Scheihing Oyarzún me estaba esperando al final del andén. Nos reconocimos de inmediato, a pesar que no nos veíamos por lo menos desde hace unos 20 años.
JUAN SCHEIHING OYARZUN Y SU HIJA CHARLOTTE
EN 1995

(Juan es chileno, hijo de don Juan Scheihing García, nieto de Teodoro Scheihing Hilker y bisnieto de Cristiano Scheihing Kurz. Siendo bastante joven emigró buscando un destino en Europa. Vivió algunos años en Francia y porteriormente se fue a Alemania donde está hace más o menos 9 años) (En 1995)
Después de los primeros saludos Juan me propone "hacer algo de tiempo" en una fuente de soda. Así le daremos la oportunidad a su señora de ordenar un poco el nuevo departamento al cual se mudaron recién ayer. Tomamos un café y comimos pizza para luego dirigirnos al barrio de Essenkreis. Un amplio y sólido departamento, bastante mejor, me explica Juan que el que hasta ayer tenían. Tengo entonces el gusto de conocer su simpática familia compuesta por:
- Su señora Anne Scheihing geb. Pallada. Muy buenamoza. Alemana de origen italiano.
- Sus tres hijos, todos nacidos en Alemania:
Konstantin Scheihing Pallada (de unos 8 años)
Magdalena Nada Scheihing Pallada (de unos 3 años)
Charlotte Scheihing Pallada, ( de apenas 5 meses)
Procedí a entregarles los numerosos regalos enviados por la madre de Juan. El enorme libro de cuentos, las zapatillasw, los chocolates, etc.
KONSTANTIN SCHEIHING PALLADA
(2017) EN LA EPOCA DE ESTA
NARRACION TENIA 8 AÑOS

El único que habla castellano es Juan. Los niños hablan solamente alemán, lo que tiene algo preocupado al padre.
El suegro de Juan pertenece a una sociedad que se preocupa de preservar los castillos y otras antiguas arquitecturas. En ese trabajo colabora Juan, como dibujante técnico.
La familia estaba en pleno proceso de instalarse en su nueva residencia por lo que correspondió alojar en el sillón del living que Anne acondicionó con colchoneta y plumón. Dormí cómodamente.
Siendo días laborales y de colegio para los niños, el día siguiente me lo programé tratando de no incomodar a mis anfitriones. En la tarde entretuve a los niños mientras llegaban sus padres. Es increíble como se aprende alemán con niños pequeños.
En la noche hicimos filmaciones de saludos para Chile y tomamos fotos.
Nos ponemos de acuerdo para mi partida hacia Stuttgart al día siguiente, Miércoles 29 de Noviembre de 1995. Juan me llevará al mediodía en su auto a la estación.
Después de una cariñosa despedida de la familia y de Juan en la Estación Central de Essen, he tomado un tren directo a la sureña ciudad de Stuttgart, Capital de la Provincia de Würtemberg. Se inicia ahora un mes de esperanzas e incertidumbres respecto a mi objetivo: Untertürkheim.
Llegada a Stuttgart y Untertürkheim
==========================
La Haupbahnhof (Estación Principal) de Stuttgart es enorme y está en pleno centro de la ciudad. Por el frente desemboca directamente en la gran avenida peatonal Königstrasse y por otra salida, a los Jardines del Castillo, uno de los lugares más hermosos de esta Capital de Würtemberg. Se puede pasar directamente a la otra gran estación del Metro con sus numerosas líneas del U-Bahn (Señalizaciones azules) y del S-Bahn (Señalizaciones verdes)
HAUPTBAHNHOF STUTTGART

Con Holger habíamos estudiado un plano y sabía que tenía que ubicar el andén (Gleis) de la línea S-1 para llegar a mi destino, Untertürkheim. La señalización es muy buena por lo que no tuve problemas para subir al metro correcto. El viaje se desarrolla así:
- El metro sale velozmente de la estación subterránea y un minuto después va atravesando el gran parque que lo acerca al Río Neckar. Atraviesa este río a cuyas orillas se detiene en la estación de Bad Cannstatt. Un parlante en cada carro va anunciando la próxima estación.
- Después de unos segundos parte nuevamente y unos momentos después se aprecia a mano derecha que comienza la enorme fábrica automotriz Mercedes Benz. A una 3 cuadras está la estación Neckar Stadion. Se trata de un moderno estadio de Futbol dentro de la fábrica mencionada.
MAPA DE STUTTGART. DESDE LA ESTACION CENTRAL A UNTERTURKHEIM SON MAS O MENOS
5,5 KMS. EN LINEA RECTA HACIA EL ESTE

- A continuación, por unos dos minutos, el metro avanza teniendo los cerros de Untertürkheim con casas y viñedos y la fábrica Mercedes Benz a orillas del Río Neckar. Así se llega a la estación de Untertürkheim.
Con espectación comienzo con un vistazo general al pueblo sin poder sustraerme a la emoción de considerar las generaciones de antepasados que vieron y pisaron el mismo suelo que yo en estos momentos y crecieron bajo la mirada de las mismas verdes colinas, algunas blanquedas de nieve, que ahora yo veo por primera vez. La línea férrea marca una clara separación entre lo que, pareciera al visitante distinguir, como si fueran 2 Untertürkheim, uno al lado del otro. En la dirección en que se llega, si miramos a la derecha vemos parte de esa enorme fábrica automotriz que es la Mercedes Benz. En ese mismo lado, a una cuadra está el Río Neckar, que, en el pasado, corría precisamente por donde está ahora la línea férrea. Su curso fue desviado artificialmente para prevenir las inundaciones que se describen frecuentemente en la historia de Untertürkheim de los siglos XIX y anteriores.
ENTRADA ESTACION UNTERTÜRKHEIM

A la izquierda de la vía, apoyado en las cercanas colinas, se encuentra el Untertürkheim antiguo, típico y de abundante historia. Un pueblo alargado, con sus cerros invadidos de algunas casas que trepan en algunas partes y en las otras, ordenadas plantaciones de viñedos. No hay sitios eriazos. Cada metro cuadrado está bien aprovechado. Se destaca en el plano bajo, la silueta característica de la antigua Iglesia Luterana de Unterturkheim, con su aguda torre campanario coronado con una cruz sobre la que está posado un gallo.
IGLESIA EVANGELICA LUTERANA
"SAN GERMAN" EN UNTERTÜRKHEIM

Al salir por este lado desde la antigua estación se llega de inmediato a lo que sería el centro del pueblo. Una larga calle paralela al ferrocarril. Varias calles perpendiculares a ésta van hacia los cerros y, en consecuencia, tienen gradiente de subida.
Untertürkheim es un pueblo con angostas calles de frecuentes subidas y bajadas. Casi no hay veredas y las altas y hermosas casas, perfectamente mantenidas y pintadas llegan con sus puertas directamente a la calle. Algunas calles lucen todavía sistema de adoquinado. A un paso de la estación está el Correo con su característico logo con forma de cuerno que es su símbolo en toda Alemania. Frente a él, comienza a subir la que podría considerarse como la calle principal: Widderstein Strasse, una de las más antiguas. Al comienzo de esta calle, casi frente a la estación hay una pequeña plazoleta con algunos asientos para transeúntes cansados o jubilados vespertinos.

EL TIPICO GALLO DE LAS
IGLESIAS EVANGELICAS EN
ALEMANIA

 En el medio de ella destaca un monumento de fierro llamado "Die Storchen" ("Las Garzas"). Representa un joven que toca una campanilla de mano a cuyo llamado acuden las garzas. Se dice que estas aves son como un símbolo del pueblo ya que en el pasado se las encontraba en gran abundancia en las orillas del río Neckar. Precisamente por esta calle Widderstein comencé a subir en busca de la Gasthof Adler (especie de residencial) de la cual tenía referencias de buena atención y precios convenientes en un ambiente típicamente suabo.
Pregunté a un muchacho donde estaba dicha Gasthof "El Aguila". De inmediato, con la gentileza que he encontrado en todas partes me dijo: "Está aquí cerca, sígame" y dejando su camino me acompañó hasta la próxima esquina. Al mismo tiempo que aparecía su majestuosa, tradicional y antigua arquitectura el muchacho agregaba con orgullo: "Es la Gasthof más popular del pueblo, y la más típica..."
Una Gasthof en Alemania es una casa, generalmente de antigua tradición, donde funciona un restaurante con especialidades típicas de la región y donde también se puede alojar por un precio algo menor que el de un Hotel.
DIE STORCHEN (LAS CIGUEÑAS)

 La Gasthof "Adler" en que estuve alojado en Untertürkheim durante 3 semanas, tiene una tradición de más de 300 años. El tema de la decoración, platos típicos, indumentaria de los dueños de casa y garzonas están de acuerdo a la tradición "Schwäbisch", o sea de los suabos de la provincia de Würtemberg, capital Stuttgart. Se habla el dialecto, el ambiente es el propio de los antiguos hogares; lleno de pinturas, vasijas, artesanías y objetos suabos. Realmente en esta Gasthof se puede disfrutar de las costumbres y folckore de nuestros antepasados. La principal fuente de ingresos es el restaurante que abre sus puertas desde las 5 de la tarde y hasta las 22 ó 23 horas. Son muy cuidadosos en seleccionar los huéspedes que aceptan ya que se preocupan de mantener al prestigio de la casa. De acuerdo a sus reglas (de las cuales me previno Holger) te aceptan hasta por tres días.
GASTHOF "ADLER"
REIDENCIAL "EL AGUILA"

Al final del período, debes pedir permiso si deseas quedarte más tiempo. Si te consideran un huesped tranquilo y puntual en los pagos, te autorizan hasta tres días más. Después, una semana y si caes bien, te invitan a quedarte todo el tiempo que quieras. (Así fue en mi caso).
Solucionado el asunto del alojamiento me dispuse a disfrutar mi estadía mediante un conocimiento a fondo y con calma de este pueblo y con la esperanza de encontrar rastros de los antepasados y a lo mejor, algún pariente.
Fueron tantos los descubrimientos y gratas experiencias que viví en estos días pre-navideños en Untertürkheim, que me sería imposible recordarlos en estricto órden cronológico, como se ha desarrolado hasta aquí la presente narración. Por lo tanto, creo que será mejor describir dichas vivencias por temas.
Huellas de la familia en Untertürkheim
============================
En los primeros días que estuve en este querido pueblo me sorprendí de la abundante cantidad de testimonios del paso de la familia Scheihing, cuya antigüedad en esas latitudes acumula varios siglos. Trataré de describir los más significativos:
El Friedhof (Cementerio) de Untertürkheim
El Cementerio de Untertürkheim está en las afueras del pueblo y en la cumbre de un cerro.
UNA DE LAS SEPULTURAS DE LA
 FAMILIA SCHEIHING EN
UNTERTÜRKHEIM

Es bastante trabajoso llegar a él caminando como lo hice. También sus patios y calles están en declives. Un lugar muy tranquilo, sombreado, fresco, como un jardín de monasterio. Las sepulturas son sencillas y bien cuidadas. Se acostumbran pequeñas velas que los visitantes encienden a sus muertos. No se ven grandes mausoleos. Las inscripciones suelen mencionar el oficio que tenía el que allí descansa. En varias aparece el de "Weingartner" (Viñatero) que se luce con orgullo e incluso con dibujos tallados en las losas, que hablan de hojas de parras y racimos de uvas. Fueron numerosas las sepulturas familiares que ví. Cada encuentro con una, mientras paseaba lentamente, abría a emociones de regreso al pasado y conjeturas sobre cómo sería aquel pariente ya dormido.
Entre ellas:
- Karl Scheihing (1905 - 1971) Bisnieto del hermano mayor de Mateo Scheihing Gugeller, don Jacob Heinrich Scheihing Gugeller, nacido en 1810.
- Sophie Hagel geb. Scheihing (1867 - 1911) Nieta del hermano mayor de Mateo
- Erwin Scheihing (1913 - 1993) Bisnieto del primo-hermano de Mateo, don Georg David Scheyhing Munk.
- Paul Scheihing (1887 - 1956) y Friederike Scheihing (1889 - 1979) Paul es nieto del primo hermano de Mateo, Georg David.Friederike, su esposa era de apellido Kurz.
- Otto Scheying (1903 - 1960) y Hans Scheying (1938 - 1979)
- Una hermosa sepultura con un gran racimo de uvas tallado y con los nombres: Emilie, Gottlob, August Otto, Luise Maria Scheihing.
- Gustav Scheihing (1903 - 1989) Bisnieto del hermano mayor de mateo.
- Katharine Scheihing (1865 - 1930), Emma Scheihing (1908 - 1934), Wilhelm Scheihing (1863 - 1935) y los caídos en la 1ª Guerra Mundial, Hermann (1914), Albert (1918) y Emil (1918)
Wilhelm es nieto del hermano mayor de Mateo. Katharine era su esposa, de apellido Diener. 3 de sus hijos, bisnietos del hermano mayor de Mateo, cayeron en la 1ª Guerra.
- Hermann Scheihing (1890 - 1934) y Elise Scheihing geb.Gassmann.
Hermann era bisnieto del hermano mayor de mateo.
- Wilhelm Scheihing (1895 - 1978) y Louise Scheihing (1899 - 1983)
Además encontré la hermosa sepultura cuya fotografía me había enviado desde Puerto Montt don Humberto Scheihing Morales, tomadas en 1993 por su hijo Rodrigo, en una pasada fugaz por Untertürkheim. Me escribía este pariente que al año siguiente (1994) no la habían encontrado presumiéndose que ya no existía. Pues bien, existe todavía. Se la encuentra en la parte central y plana del Cementerio, a unos 20 metros a la izquierda de la capilla del mismo. Curiodamente, al lado está la sepùltura de los Zerwekh.
Los parientes sepultados allí son Jacob Scheihing Munk, primo hermano de Mateo y varios de sus descendientes.
También tuve la oportunidad de ver varias sepulturas de parientes alemanes con otros apellidos. Es frecuente encontrarse con sepulturas de Kurz, Münzenmeyer (con sus varias formas de escribirlo), Los Zaiss, Los Munk y los Zerwekh.
Frente a Untertürkheim, en la orilla opuesta del río Neckar está el pueblito de Wangen. También allí el cementerio está en las laderas de un cerro y contiene varias sepulturas de parientes que escriben el apellido "Scheying". Algunos de los nombres que se leen en hermosas losas son:
- Adolf Scheying (1883 - 1974) y Babetta Scheying (1895 - 1976)
- Heinrich Scheying (1897 - 1986) y Pauline geb. Scholpp
- Karoline Scheying (1901 - 1978) y Eugen Scheying (1902 -1985)
- Heinz Scheying (1924 - 1987)

El muro de recuerdo a los caídos por la Patria
Bastante central dentro de Untertürkheim hay un patio con algunos juegos para niños, todo cercado con sólidos muros. Antiguos arboles y ambiente tranquilo. Le llaman el "Alte Friedhof" (El Cementerio Antiguo) En uno de sus costados hay un gran muro de cemento totalmente grabado con los nombres de los 651 habitantes del pueblo que han muerto por la Patria en las 1ª y 2ª Guerras Mundiales. En las fechas significativas las instituciones del pueblo y los particulares depositan hermosas coronas de flores a sus pies, las que llevan cintas con letras doradas que identifican a quienes rinden el homenaje.
Entre estos nombres pude leer al menos 5 de parientes Scheihing, además de los de muchos otros parientes con otros apellidos:
- Karl Scheihing
- August Scheihing
- Hermann Scheihing y sus hermanos Albert y Emil.
No solamente estos cayeron. También varios de la rama de Kassel, entre ellos Heinrich, de 18 años, en Champagne. (Francia 1914). En la campaña de Napoleón contra Rusia, en 1812, dio su vida Jacob Friedrich Scheyhing Felger, a los 20 años. (Hermano del padre del tatarabuelo de varios parientes que conocí en Untertürkheim, como se narra más adelante).
Cuando observaba dichos nombres e imaginaba sus trágicas muertes en plena juventud, parecía que el ambiente se saturaba con el estremecimiento del espanto de la guerra. Recordaba lo que Holger me decía: "Dios bendiga a Chile, porque no han tenido guerras en este siglo."
La Iglesia de Untertürkheim
Existen en Untertürkheim 2 Iglesias, ambas evangélicas luteranas. En el corazón de este pueblo, en la parte plana inferior está la más antigua y principal. (Die Stadtkirche).
La actual construcción data de los 1500 aunque con varias remodelaciones. Por fuera conserva su aspecto imponente de antigua iglesia, con una gran nave central y una torre campanario. Esta torre está coronada por una cruz sobre la cual descansa un hermoso gallo. (Símbolo de la reforma de Lutero)
El interior es bastante moderno. Toda la parte de adelante luce un gran mural corredizo, que en 35 grandes cuadros abstractos cuenta la historia bíblica de José. En la parte posterior, un coro y un órgano de tubos. Al ingresar no podía dejar de considerar que en esta Iglesia se casaron los jóvenes mateo Scheihing y Elisabetha Kurz, 14 días antes de ver por última vez su pueblo y su gente y de despedirse para iniciar su emigración sin retorno hacia el lejano Chile.
Pero el más sorprendente descubrimiento fue el que paso a narrar. Las paredes laterales conservan una serie de pinturas religiosas del siglo XVII. Se trata de la oración del "Padre Nuestro"; cada versículo está ilustrado por una pintura. En la parte que dice "El pan nuestro de cada día dánoslo hoy" y bajo una hermosa pintura que representa la virtud de la "Temperancia" se lee claramente: "CONRADUS SCHEIING" (Sic) Ciertamente una Iglesia de gente modesta hace más de 300 años necesitaba que algunos miembros de situación más holgada pudieran financiar al artista, y este, como agradecimiento colocaba el nombre del "mecenas" al pié de su obra. Hubieron al menos 2 Conrados. Podría tratarse del abuelo de Hans Scheihing (Alcalde y Juez de Untertürkheim) que, siendo antepasado directo se ubica hacia el año 1544, ocho generaciones antes de Mateo. La otra posibilidad es el Conrado Scheihing que se lo ubica hacia 1656 y es hermano de Johann Georg Scheihing, que es el padre del que con similar nombre se casó con la Rosina Huppenbauer y que son el tronco de todas las ramas.
Este Conrado tuvo cierta importancia en su época. El escudo de la familia, del que hablaré más adelante, fue divulgado por él. También se registra que era pariente del Duque de Würtemberg.
El contacto que tuve con el Pastor de la Iglesia, Pfarrer Smaila y con el personal de secretaría fue excelente. Me permitieron, como deferencia especial, tener acceso directo a los antiguos registros de la iglesia. Normalmente un investigador debe dirigirse al Archivo Estatal de Stuttgart para ver estos registros en microfilm. Fue una excepción para alguien que viene de América. Descubrí valiosa información de la que hablaré más adelante.
De cómo estas vivencias quedaron registradas en la Prensa Alemana
Llevaba una semana en Untertürkheim y ya estaba familiarizado con las principales calles, lugares típicos y sistema de vida del pueblo. Pero tenía una preocupación. Todavía no cumplía el objetivo de encontrar al menos un pariente. Había revisado la guía telefónica y aparecían unos 10 nombres, pero no me gustaba este medio de comunicación. Cuando no se domina el idioma del lugar, es mucho más facil comunicarse persona a persona. Si no te acuerdas una palabra, tu interlocutor te ayuda; los gestos y mímica son también muy útiles. En cambio en el teléfono solamente tienes el sonido. O hablas bien o nadie te entiende. A media cuadra de la Gasthof "Adler" donde me alojaba, había un letrero frente al cual varias veces me había detenido.
 Se trataba del "Untertürkheimer Zeitung", el diario del pueblo. Exponen un ejemplar del día en una vidriera para que los transeúntes lo lean; era entretenido hacerlo.
Un día, al caer la tarde, ya de regreso a la Gasthof, decidí ingresar al edificio. Estaba en la recepción una señora algo mayor; al parecer era la secretaria. Me pregunta gentilmente: "¿En qué podemos ayudarlo?"
Le contesto: "¿Tienen aquí algún periodista que hable en español?"
Me responde apenada: "Lamentablemente nadie aquí habla español". Estaba decidiendo si retirarme o continuar en alemán como se pudiera, cuando acertó a pasar un joven periodista que había escuchado el diálogo. Dice a la pasada: "Englische?" ("En Inglés"). Le contesto de inmediato en alemán: "Tal vez. Con un poco de inglés y un poco de alemán a lo mejor nos podremos entender..."
Para comprender lo que sucedió después hay que tener presente que en la Alemania actual hay muchos extranjeros. (Me parece que más de dos millones). Se nota en la calle y en el metro.
MATHIAS KUHN
PERIODISTA QUE
ME ENTREVISTO

Continuamente escuchas otras lenguas y ves gentes de de variadas etnias e, incluso, maneras de vestir. Muchos de ellos no tienen una permanencia legalizada. De tal manera que un periodista no necesuta ser muy perspicaz para presumir que un extranjero que acude a la prensa va a pedir algo: dinero, trabajo o a contar alguna triste historia. Es lo habitual. Por lo tanto, me lanza sin más preámbulos la pregunta en inglés: "What do you want?" ("¿Qué quieres?")
Como en ese momento no tenía los antecedentes para las consideraciones recién expuestas, la pregunta me produjo vergüenza e indignación. Entonces descargué en el periodista y la secretaria un discurso en alemán que, creo fue lo más extenso que hablé de corrido en dicha lengua en toda mi estadía. Con educación, pero con firmeza y voz fuerte, como les gusta a los alemanes, les dije más o menos lo siguiente:
"NADA, yo no quiero nada... yo no necesito NADA de Alemania. Al contrario, soy yo quién traigo un regalo.
Vengo desde Chile, en Sudamérica, y estoy pasando mis vacaciones en Europa. Pero no me interesa ir a Berlin, ni a Paris o Viena. Lo que me interesa es saber todo sobre este pueblo: Untertürkheim. Porque hace 143 años mi bisabuelo, nacido en este pueblo, se casó con su novia, también nacida en este pueblo y emigraron a Chile. Yo soy descendiente de 3ª generación. Mis numerosos parientes en Chile saben que estoy aquí y están ansiosos de saber cómo es Untertürkheim, si quedan parientes, cómo es la gente, las costumbres, las tradiciones, etc. Aunque yo hablo muy mal el alemán, no me siento extranjero aquí, porque en el Cementerio he visto muchas sepulturas donde descansan los antepasados; porque en el muro de los recuerdos he leído 5 Scheihing nacidos en este pueblo que dieron la vida por la Patria y porque en el interior de la antigua Iglesia he visto el nombre de mi familia escrito en el muro. Además sabemos, que un antepasado directo, don Hans Scheihing, hace más de 350 años, en 1630, era el Alcalde y Juez aquí. Esta es nuestra segunda patria. Me siento como un Untertürkheimer más. En los últimos 3 ó 4 años me he dedicado a estudiar el árbol genealógico de la familia Scheihing cuyas antiguas raíces parten desde este pueblo. He logrado configurar el árbol de la familia tanto en Chile como en Alemania y se lo traigo de regalo a los parientes. Pero he tenido alguna dificultad en encontrarlos. Mi intensión no es otra que participarles la alegría de estar aquí, donde me quedaré un par de semnas más con la esperanza de encontrar algún pariente."
Terminé de decir esto y quedé agotado y al mismo tiempo sorprendido de haber sido capaz de expresar tantas ideas de corrido en alemán.
Mis interlocutores escucharon con interés y respeto este breve discurso. Sonrieron complacidos y el periodista, cuyo nombre era Mathias Kuhn me dijo: "A lo mejor si publicamos alguna cosita podemos ayudarle a encontrar a sus parientes..."
Le respondo: "Quizá, en todo caso, si Ud. estima que esta historia puede ser de interés para sus lectores, no tengo problema que la publique."
Como era tarde quedó de ir al día siguiente a buscarme a la Gasthof, a las 11 de la mañana.
Puntualmente llegó. Traía su cámara fotográfica y su libreta de apuntes. Me invita gentilmente a que le muestre los nombres de los Scheihing en el muro de los recuerdos. Vamos hacia allá. Los señalo y él toma algunas fotografías.
UNA DE LAS ANTIGUAS PINTURA EN LA IGLESIA LUTERANA
DE UNTERTÜRKHEIM.NÓTESE EL NOMBRE
"CONRADUS SCHEIING" AL PIE.

 En seguida me pide que vayamos a la Iglesia para que le muestre el nombre en el muro. Así lo hacemos. Me comenta: "Yo nací en este pueblo y nunca me había dado cuenta." Debemos encaramarnos sobre bancas y sillas para lograr buenas fotografías. Está algo expectante porque va comprobando que todo lo que le he dicho el día anterior era efectivo; me invita a la redacción del diario ya que debe efectuar una llamada telefónica. Hace una breve llamada y luego aguarda. A los 5 minutos llega un caballero de unos 70 años. Me lo presenta; es el Presidente del "Club de Ciudadanos de Untertürkheim". Un Club de gente mayor que investiga la historia de Untertürkheim y de las antiguas familias que poseen raíces en esta comarca. Me pregunta amablemente: "¿Cómo dijo que era su apellido?" Entonces le muestro mi pasaporte. "Aah, Scheihing, los Scheihing fueron viñateros desde muy antiguo por varias generaciones." "Así es" le comento, "en Chile hemos sido más de 850 los descendientes de Gottlob Friedrich Scheihing, cuyo apellido materno era Gugeller..." Dice de inmediato "Los Gugeller, que tenían propiedad en tal parte, etc."
Continúo: "...y 14 días antes de partir se casó aquí en la Iglesia con Elizabetha Kurz, de apellido materno Münzenmeyer..."
Comenta: " Aah, los Kurz eran también viñateros, y hay numerosa descendencia en Untertürkheim. También los Münzenmeyer son de las antiguas raíces del pueblo..."
Ahora Mathias Kuhn tenía todas las confirmaciones que, como buen periodista, necesitaba para lo que se proponía. Me hizo varias preguntas y tomó cuidadosa nota de mis respuestas. Nos despedimos y dijo que iba a salir algo en el diario, que estuviera atento.
Al día siguiente, mientras desayunaba, se acercó sonriente la señora dueña de la Gasthof y después de los acostumbrados saludos me consultó si deseaba leer el diario. Accedí sospechando algo, pero mi sorpresa fue mucho mayor de lo que esperaba. Un gran artículo de casi media página y con fotografías. "CHILENO BUSCA SUS RAÍCES EN LOS ALREDEDORES DE UNTERTÜRKHEIM". Le sigue un ameno artículo sobre los Scheihing en Chile, sus comienzos, los vapores, etc. Y el deseo del visitante de contactar parientes.

ENTREVISTA PUBLICADA EN EL DIARIO LOCAL  "UNTERTUERKHEIMER ZEITUNG"



Salí y compré varios ejemplares para traer de recuerdo, sin sospechar el enorme impacto que este artículo iba a tener no solamente en Untertürkheim sino en varios pueblos vecinos.
Ese día fui a Stuttgart a pasear y no volví hasta la noche a la Gasthof. La anfitriona estaba desesperada. Me decía: "Herr Scheihing, dónde lo encuentro a Ud.?...pero por favor...dónde se lo encuentra?...que el teléfono ha sonado todo el día con gente que quiere conocerlo; han venido varios, aquí están las tarjetas de visita, también hay un fax..."
"Señora...es la prensa que todo lo exagera...en fin, mañana le dejaré mi itinerario para que me pueda ubicar."
Me di cuenta entonces del enorme impacto que la publicación de prensa había tenido. En los días siguientes recibí muchas llamadas telefónicas, visitas, invitaciones. Los parientes llamaban a la Gasthof para acordar algún contacto personal. Mucha gente, no parientes, llamaron a la redacción del diario. Querían saber cómo le iba al chileno, si había encontrado a sus parientes, como lo estaban tratando en el pueblo, si podían ayudar en algo. Fue tanto el interés y los llamados, que el mismo diario tuvo que publicar unos 5 días después, nuevas noticias con el titular: "CHILENO ENCUENTRA PRIMO DE 3º GRADO". Y explica, que sintieron el deber de informar a los lectores, por la conmoción causada por el artículo anterior.
Me hice un personaje conocido. En la calle había gente que se detenía a conversarme: "Herr Scheihing ?...lo he visto en el diario, mi esposo me dice que en el pueblo vecino de Sersheim conoce un Scheihing... y que se parece a Ud. ...así, con el pelo castaño...¿ha encontrado sus parientes?...¿le gusta Alemania?...¿Cómo lo han tratado? ..."
No me canso de reiterar lo gentil y amable que es la gente en Alemania; todos los días tienen para mí sorpresas en este sentido.
Creo que es el momento de recordar algunos de los gratos encuentros que tuve con parientes en Untertürkheim, allí, en el Sur de Alemania.
RALF
=====
Entre Stuttgart y Untertürkheim se encuentra el pueblo de Bad-Cannsttat. Allí vive Ralf y su familia. Conversé telefónicamente con él y me invitó que fuera a verlo a su trabajo. Ralf Scheihing Becker es un joven pariente, de unos 26 años, de profesión ebanista. El taller de mueblería se encuentra bastante apartado del centro de Cannsttat, casi en las afueras, en un barrio tranquilo. Ralf es bastante alto, de carácter sonriente, optimista y emprendedor.
RALF SCHEYHING

 Su manera de ser podría compararla a la de mi sobrino Christian Scheihing Püschel. Fue muy amable a pesar de que tuvimos algunos problemas de comunicación por mi débil alemán. Me invitó a casa de su abuela en otro barrio apartado de Cannsttat.
Al día le pidió a su novia que me valla a buscar en auto. Me llevó a casa de la abuela (de Ralf) donde tuvimos una agradable velada en que conversamos de Chile; me mostraron fotografías e indagué para ubicar esta rama en el árbol familiar.
La reunión contó con la prescencia de:
- Margarethe Weiss geb. Scheihing-Jacki (Tïa de Ralf)
- Lidia Scheihing geb. Jacki (Su abuela paterna)
- Erich Weiss (Esposo de Margarethe)
- Además de la novia de Ralf. Esta fue importante porque se acordaba algo de un curso de español que había hecho.
Esta familia resultó ser poco numerosa y se puede resumir así:
Ralf Scheihing Becker tiene 2 hermanas: Marion, que vive en Dormunt y tiene un hijo: Jerome Scheihing. Petra, que vive en Wulfstein, casada con don Helmut Kondratiuk y tienen una hija llamada Ayeesna Kondratiuk Scheihing.
Los padres de Ralf están fallecidos y se llamaban Hans Scheihing Jacki y Edith Becker. Tiene una sola tía llamada Margarethe Scheihing Jacki, casada con Erich Weiss, sin hijos.
El abuelo de Ralf era don Otto Scheihing Jung (1904 - 1993) nacido en Cansttat, casado con Lidia Jacki. Otto tenía una sola hermana, Elisabeth Scheihing Jung (1896 - ?) casada con Albert Hofele, sin hijos. Ambos fueron los únicos hijos del bisabuelo de Ralf, Theodor Scheihing, nacido en 1880 en Marienau (Rheinpreussen), casado con doña Rosa Jung.
Aquí se pierde la pista y no me fue posible unir esta rama con el resto del árbol que había investigado con datos de los registros de Untertürkheim.
Somos parientes sin duda, a juzgar por las fisonomías y el temperamento tanto de los que conocí personalmente como de los que aprecié en las fotografías.
GISELA
======
GISELA SCHEIHING (Abogado en Untertürkheim)
1º de la derecha

Gisela vive con su madre en Untertürkheim. Soltera, de profesión abogado. Hija única, rubia, ojos claros, pelo muy corto, buenamoza. Tiene algunos rasgos del temperamento de mi pariente Felicitas Scheihing Petersen. Su madre es viuda, de unos 74 años; se llama Elisabeth Scheihing Geb. Reinhard.

CASA DE GISELA SCHEIHING EN UNTERTUERKHEIM




Son descendientes de un primo hermano de Mateo Scheihing, y viene a ser sobrina mía en 4º Grado. Tuvimos una simpática velada en su casa a la que fui invitado. Galletitas de pascua, buen vino. Me mostraron una jarra de cristal para vino y un vaso que conservaban y que tiene hermosos tallados con motivos de uvas y hojas de parra. Destaca en los mismos, también en tallado, los caracteres "Scheihing 1904".
HANS
=====
Un día como a las 4 de la tarde recibo un llamado telefónico. La voz de una señora que me dice: "Somos parientes. Vivo aquí muy cerca en Untertürkheim. A mi marido le hubiera gustado tanto conocerlo. Pero no podemos salir porque él está muy enfermo. Si pudiera Ud. venir, en este momento". Le pido la dirección que resulta ser a unas 4 cuadras de la Gasthof donde estoy. Acceso gustoso y parto de inmediato.
En una linda casa de dos pisos, en la parte alta de Untertürkheim, me recibe una simpática y sonriente dama. Se trata de doña Mina Christina Scheihing geb. Notter. Me dice que está sola porque su marido está gravemente enfermo, "de morirse" me explica. Le pregunto dónde está. Me dice que desde hace una semanas se encuentra hospitalizado.
Se nota que es sumamente organizada. De hecho está lista para salir al hospital y me invita a acompañarla. Maneja su auto con seguridad pese a sus, aproximadamente, 74 años. Llegamos así en unos minutos al Hospital de la Cruz Roja de Cannsttat.
En una sala de medicina, individual, sobria pero con todo lo necesario encuentro postrado a un anciano de 81 años. Muy enfermo, con suero, con sonda nasogástrica. Se trata de don Hans Scheihing Kurz. No es capaz de hablar; al parecer no reconoce a las personas, pero abre los ojos y nos observa. Se aprecia que fue de complexión física robusta. Don Hans es un personaje muy conocido en Untertürkheim. Gran jugador de fútbol en su juventud; impulsor del deporte; Presidente de la Asociación de Fútbol de Untertürkheim, antes de enfermar. Lo saludo con emoción, me presento como pariente que viene de América. Que estoy contento de conocerlo.
Enseguida ayudo a Mina a asearlo y dejarlo lo más cómodo posible.
Permanecemos unos 15 minutos con él. No se puede hacer más. Me despido estrechando sus manos y deseándole que soporte su enfermedad y que no tenga dolores.
Salgo impresionado de haber conocido uno de los viejos y escasos pilares de esta pequeña familia que son los Scheihing de Alemania.
Hans es hijo de Paul Gottlieb Scheihing Strauss (1887 - ?) y de Karoline Kurz (1889 - ?). Tiene una sola hermana llamada Marianne. Hans y Mina tuvieron 1 hijo que se llama Manfred Scheihing, casado con Renate Maier.
Hans es descendiente de un primo hermano de Mateo y nuestro parentesco es ser primos de 4º grado.
A la salida del Hospital, Mina me invita a conocer los baños termales de Bad-Cansttat. Son amplios, con varias piscinas techadas y de diferentes temperaturas. Me invita a que vengamos mañana a las 10 de la mañana a nadar. "Con Hans veníamos todos los días, me dice". Le explico que por ser invierno no he traído pantalón de baño. Con gran simpatía y azules ojos sonrientes me dice. "No hay problema, mi marido tiene..." En todo caso declino la invitación. Me invita a que vaya a su casa al día siguiente a las 6 de la tarde ya que llega la hermana de Hans. (Me parece que llega desde Frankfurt a ver a su hermano)
Al día siguiente tuvimos una tertulia con galletas de pascua y traguito. Con mucha picardía, Mina me sirvió un trago alemán muy fuerte, parecido al pisco, que Hans tenía guardado para ocasiones especiales. Allí conocí a Marianne Scheihing Kurz, muy parecida a Hans. Llegaron también Gisela Scheihing y su mamá. Me decía Gisela: "¡Qué bueno que tú vienes, porque sirve también para que nos reunamos nosotros! Hacía como 4 años que no nos juntábamos. " Me mostraron fotografías. Hablaban casi todo en dialecto Schwäbisch, como hablaban los antiguos Scheihing, incluyendo a nuestros padres Mateo y Elisa. Me preguntaban: "¿Entiendes el Schwäbisch?". Yo les contestaba; "No distingo bien cuando es alemán y cuándo es Schwäbisch. Supongo que cuando entiendo más es alemán, y cuando entiendo menos es Schwäbisch."
Me preguntan hasta cuando me quedaré en Alemania. Cuando les digo que hasta fines de Diciembre, se apresuran a invitarme para la Navidad. Yo agradezco pero me excuso por tener ya un compromiso en Frankfurt.
Cuando se fueron todos, Mina quiere que conozca el dialecto de los Suabos que fue y es el de los Scheihing. Trae un libro de poesías para niños escrito en dialecto. Vamos leyendo juntos y ella lo va traduciendo al alemán, para que yo aprecie la diferencia. El Schwäbisch suena más suave que el Alemán, con algunos giros que recuerdan al Inglés. Por Ejemplo:
EN ESPAÑOL                 EN ALEMAN                    EN SCHWÄBISCH
Yo                                    Ich                                  I
Buenos días                     Guten Morgen                Guada Morga
Buenas noches                 Gute Nacht                     Guad Naachd
No lo entiendo a Ud.        Ich verstehe Sie nicht    I vrschdänd Se nedd
El padre                           Der Vater                       Dr Vadderle
La madre                          Die Mutter                     D' Muadr
Su tía                                Seine Tante                    Sai Dänte
Con un entusiasmo admirable, traía múltiples objetos, me los mostraba y los nombraba en Schwäbisch y yo los tenía que nombrar también. Ella corregía la pronunciación. Todo lo que pasaba era para mí increíble. Me decía a mí mismo. Lástima que en Chile nadie me va a creer cómo son realmente los alemanes.


HORTS
======
Otra noche en la Gasthof, me avisan por fono a la pieza. "Herr Scheihing, tiene visitas". Bajo de inmediato y en una de las mesas me espera un señor canoso con la típica sonrisa Scheihing y una señora delgada, muy buenamoza y elegante."
Se presenta, "Yo soy Horts Scheihing y ella es mi Sra. Ursula."
Iniciamos una animada conversación mientras degustamos un par de vasos de buen vino blanco. Después de muchas preguntas sobre Chile, sobre el estudio familiar, me dicen que el objetivo de esta visita es invitarme para mañana a tomar once en su casa. Me dan la dirección en la ciudad de Stuttgart.
Al día siguiente, después de tomar un bus equivocado, pude llegar finalmente a la casa de Horst. Se encuentra en un barrio apartado del centro de Stuttgart, en uno de los verdes cerros que la rodean. La vista desde el living y la terraza es espectacular. Se aprecia allá abajo toda la ciudad; cuando anochece es un mar de lucecitas de colores.
Me reciben amablemente. Es una casa amplia y de decoración con gusto artístico. Hay varios iconos religiosos antiguos. Horst tiene su estudio privado en forma de cabina de barco, con ventana redonda y motivos marinos. Horst y Ursula viven allí y cuidan a la madre de ésta, una Sra.muy anciana que solo descansa en su pieza o la acomodan para ver televisión. No se comunica y está casi ciega.
Mientras tomo once con Ursula, Horst se mueve continuamente por todas partes. Me he quedado con la boca abierta observándolo. Tiene un temperamento igual que el de mi padre Reinaldo Scheihing Peters. Inquieto, toma el teléfono, marca , lo deja, le pregunta algo a "Uschi", se sienta a hablar, se para, toma el teléfono de nuevo, pregunta otra cosa; "Uschi" mira al cielo como pidiendo paciencia, etc. Siempre en actividad, sonriente y de buen ánimo. El motivo de tanta actividad es que se le acaba de ocurrir hacer una reunión familiar en un restaurante de Stuttgart y está llamando a algunos parientes cercanos para citarlos en una hora más, o sea a las 7 de la tarde.
Enseguida Horst me muestra algo heredado de sus abuelos y que es para él motivo de orgullo familiar tenerlo en casa. Se trata del escudo de la familia Scheihing, hecho hermosamente en vitreaux de colores y que, enmarcado, cuega en la ventana principal del living. En vidrios azules, rojos y blancos representa en el centro un corazón rojo sobre fondo azul. El corazón está atravesado por una flecha amarilla. Sobre el escudo una corona y sobre ella una figura de hombre con traje medieval. En su mano izquierda sostiene un corazón y en la derecha una flecha. Además se señala en números el año 1630. Realmente es de un valor histórico y afectivo impagable. Logré tomarle varias fotografías.
En un momento en que Horst habla por teléfono le pregunta a Ursula: "¿Qué significa ese corazón atravezado? Tal vez amor o quiza guerra?"
Ella me responde sonriente, como haciéndome cómplice de un secreto. "¡Guerra, significa guerra, porque a él le encanta la guerra.!" Pero luego le pregunta socarronamente a él. " Oye, Horst, tu pariente quiere saber si el corazón y la flecha significan amor o guerra." Y Horst responde de inmediato en un tono muy divertido, como de galán bajo el balcón de su amada. "¡AMOOOR, significa AMOOR!".
A la hora conveniente salimos hacia el restaurante. Es un problema encontrar estacionamiento en Stuttgart así que tuvimos que dejar el auto como a tres cuadras del mismo. Horst eligió un restaurante de estilo Schwäbisch, de ambiente familiar, con decorado folcklórico alemán. En una mesa grande fueron llegando los convocados. Paso revista a continuación a los parientes que nos juntamos es esta ocación:
- Horst Scheihing Leittretter. Horst es tataranieto del hermano mayor de Mateo, Jacob Heinrich Scheihing Gugeller. Por lo tanto, a pesar de ser mayor que el que escribe esta narración, viene a ser su sobrino en 4º grado.
- Ursula Scheihing geb. Nüdel, su señora.
- Renate Zell geb. Scheihing, la única hermana de Horst.
- Matthias Scheihing Nüdel, hijo único de Horst y Ursula.
- Gerda Scheihing Wilhelm, prima hermana de Horst, por lo tanto de ascendencia similar a éste. Viene a ser también sobrina en 4º grado.
Constituían todos ellos un grupo muy alegre, conversadores de elevado volúmen, con muchas inquietudes sobre Chile. Me preguntaban, por ejemplo. "Los Scheihing que se fueron a Chile, ¿ continuaron allá la tradición de cultivar viñas y hacer vino?" Les respondía que no porque en el Sur de Chile no se cultivan uvas. Entonces comentaban: "Oh, el Sur de Chile debe ser muy frío, puros hielos." Les decía que no era así. Que el clima era templado aunque lluvioso, que casi no había nieve. La pregunta caía por si sola: "¿Entonces, por qué no cultivan viñas?" les explicaba que la uva no se da, que ignoro el motivo. Que, en cambio se dan bien las manzanas y las ciruelas. Que los Scheihing hacían vino con manzanas. (Chicha). Ante esto hacían comentarios de asombro.
El ambiente era completamente familiar y relajado. Por ejemplo, se sirvieron unas salchichas blancas cocidas en agua. Como lo haría acá, corté una porción y me la llevé a la boca. Entonces Horst exclamó: "Nein, nein, nein", y tomando mi plato y mis cubiertos procedió con destreza a pelar la salchicha u cortarla en trozos. Luego me devolvió el plato. Para todos, este episodio fue normal. Yo, una vez más, quedé admirado de la confianza y familiaridad que saben dar a la comunicación humana.
Gerda tiene una manera de ser parecida a la de mi hermana Edith y fue especialmente afectuosa. Se sentó a mi lado y en un momento me regaló un bonito azulejo con un motivo de la antigua calle e Iglesia de Untertürkheim. Además, una carpeta con toda la información de sus antepasados, nombres y fechas en fotocopias de valiosos y antiguos documentos. Me dijo: "Cuando yo era una niña, mi abuela me decía que ella había tenido un tío que había emigrado a América." Realmente esto me impactó y emocionó. "¡Qué bonito lo que me dices!" le contesté, porque esta es la primera vez que tenemos noticias de que los parientes alemanes se recordaban de su familar que estaba en Chile." (Esa abuela de Gerda era Louise Friederike Scheihing geb. Fried) y, en realidad se refería al tío abuelo de su esposo, nuestro antepasado Mateo Scheihing.)
Resulto que la garzona era una alemana de madre española, por lo cual hablaba perfectamente el castellano. Es así que le pedí, al final de esta reunión que hiciera una traducción simultánea de mis dichos. Solicité la palabra, les conté algunas de mis experiencias en Alemania, agradecí las atenciones brindadas y les aseguré que las narraría a mis parientes de Chile. La simpática garzona iba repitiendo todo para regocijo de los comensales. Posteriormente me fueron a dejar a Untertürkheim y nos despedimos sentidamente.
KARL
=====
Generalmente mi rutina en las mañanas era dirigirme a la secretaría de la Iglesia de Untertürkheim donde me instalaba en un escritorio a revisar y tomar nota de los voluminosos y antiguos libros de archivo. A cada momento encontraba importantes informaciones y datos para la historia de la familia. Un día, al llegar a las 9 de la mañana como de costumbre, me dice la secretaria que hay un caballero que me está esperando.
Un elegante caballero, de unos 76 años de edad, pelo blanco, anteojos, abrigo y sombrero negros me saluda afectuosamente y se presenta: "Me llamo Karl Scheyhing", me dice, y su voz me suena similar a la de mi padre. Sorprendido le respondo: "Entonces somos 2 Scheihing en esta pieza." Las secretarias ríen. Iniciamos de inmediato una animada conversación. Le explico que estoy viniendo a sacar información de los archivos. El me explica que ha hecho lo mismo desde hace un tiempo. Enseguida abre un voluminoso y pesado bolsón de cuero y comienza a extraer gran cantidad de información ordenada en varios pliegos de papel. Tiene en cada uno de ellos, diversos estudios de las ramas que ha identificado urgando de estos registros. Pero no tiene todavía un resumen general.
A mi turno le muestro mis datos y gráficos. Ambos estamos muy interesados en compartir información por lo que acordamos ir a una fotocopiadora de planos para sacar las copias e intercambiarlas. Estoy realmente contento de encontrar a otro pariente y que tiene además el mismo hobby.
Mientras se sacan las copias lo invito a almorzar en un restaurante de Untertürkheim. Comimos "Moultasches" que es una comida típica del Sur de Alemania.
Karl me cuenta que él nació y creció en Untertürkheim, pero que actualmente vive en Sernsheim, a unos 30 Km. Me dice que en dicho pueblo existen varias familias de nuestro apellido.
Después de almuerzo fuimos a retirar las fotocopias y las repartimos. Estaba muy contento con el árbol genealógico de los Scheihing de Chile, que para su estudio significaba el descubrimiento de una nueva rama.
Karl se movilizaba en un bonito auto Mercedes Benz en el que me invitó a conocer algunos lugares típicos de Untertürkheim.
Entonces me llevó a la Grabkapelle que se encuentra en la cumbre del monte Württemberg. La Grabkapelle es un imponente mausoleo en que están sepultados el último Kaiser de Württemberg y su esposa. Un monumento grande y armónico. Estaba totalmente nevado y desde la altura se aprecia todo Untertürkheim y sus alrededores, el Río Neckar, la fábrica Mercedes Benz, etc. Todo el cerro y los cerros vecinos son plantaciones de viñedos. Después de observar el paisaje y de que Karl me nombre los lugares que se ven, tomamos algunas fotografías y comenzamos a descender lentamente por el lado de Rotenberg, donde está la bodega de los famosos vinos Mönchberg. La visitamos y Karl me regaló una botella. Además compré algunas mermeladas de vino blanco y tinto que, para mí, fueron una novedad.
Mientras bajamos hacia Untertürkheim Karl detiene el auto cada vez que hay algo interesante desde el punto de vista histórico y me lo explica con detalle. Aquí un arado del siglo pasado, más allá un sistema antiguo de molienda de uva, o el antiguo lugar para los arrestos locales, con más de 200 años.
Karl es un libro de historia de Untertürkheim. Cómo lamento no saber más alemán a fin de sacar mejor provecho de sus generosas explicaciones. Ya en Untertürkheim me invita a conocer el antiguo Kelter del pueblo. (Sitio donde se fabrica y almacena el vino).Exteriormente se ve de sólida construcción, de antigua arquitectura. Es enorme, de por lo menos una cuadra de extensión. El interior está totalmente modernizado. Enormes cilindros de brillante metal. Temperatura y humedad controlados por computador. Pese a que no es horario de visitas, por consideración a don Karl y al pariente que viene desde Chile, viene el gerente, que es un robusto y amable joven alemán, alegre y colorado de cara. Nos muestra todo. Le pregunto si tienen algún museo de los sistemas antiguos. Me dice que no, pero que ir al subterráneo es como ir al museo. Bajamos por estrechas escaleras hasta el último nivel inferior. Allí está lo que realmente esperaba encontrar. Enormes cubas de madera con tapas artísticamente talladas. Me explican que allí se hace, una vez al año, la gran Wein Fest (Fiesta del Vino). Rejas de metal plateado con hermosas formas de sarmientos con racimos de uva. No puedo dejar de pensar que muchos de nuestros antepasados estuvieron allí ya que toda la producción se entregaba a esta especie de cooperativa.
A la salida me ofrecen probar los vinos. En finas copas de cristal me servían y estaban pendientes de mi opinión. El rotewein (vino tinto) es de un color rojo vivo. Comento que en Chile el vino tinto es mucho más oscuro. Entonces me dicen que seguramente en Chile hay más sol. El sabor y aroma es muy agradable y fino. (Más comentarios no puedo hacer por no ser entendido en esta materia.)
Ya cayendo la noche nos despedimos con emoción después de este día entretenido en tan gratas experiencias y compañía.
No es fácil describir la manera de ser de Karl, pero la resumo diciendo que se veía en él un genuino representante de los Scheihing. Al observarlo y escucharlo entendía que la bonhomía, el buen humor, la sencillez y sinceridad que han tenido muchos miembros de la familia en Chile es la misma que lucen los parientes alemanes. Ciertamente las raíces son las mismas.
Una semana después, Karl me solicita por teléfono que lo reciba de nuevo. Al día siguiente me trae un regalo inapreciable. Varios ejemplares de hermosas fotos en colores, del escudo de la familia. Además una cajita con galletas caseras que me manda su señora. Este encuentro fue breve pero suficiente para asombrarme una y otra vez de los gentiles y cariñosos que se han portado los parientes conmigo.
Revisando los antecedentes, este conmovedor y feliz encuentro lo tuve con KARL SCHEYHING PFEIL. Nació el 20/10/1919. Hijo de August Georg Scheyhing Käser y de Pauline Pfeil. Casado con frau Furthmüller. Tiene 3 hijos: Philipp, Susanne y Johanna.
La existencia de la rama a que pertenece Karl, podría calificarse casi como un "milagro". En efecto, su tatarabuelo Christian Friedrich Scheyhing Felger (1775 - 1847) fue el único sobreviviente de 17 hermanos, en que 14 murieron a temprana edad, y dos en la guerra de Napoleón contra Rusia.
GÜNTER
=======
Fue el último pariente que conocí en mi estadía en Untertürkheim. De hecho este encuentro se produjo la última tarde que permanecí allí. A la hora de la cena me avisan que tengo visitas. Bajo la escalera y en el comedor se encuentra esperándome este pariente. Alto, delgado, de lentes, pelo oscuro y aspecto intelectual y serio.

GÜNTER SCHEIHING UND FRAU
( Fotografía de 2023, 28 años después del encuentro en Untertuerkheim)



 Tendrá unos 48 años. Lo acompaña se hijo, Siegbert, de unos 20 años. Bastante más informal, de maneras espontáneas y deselvueltas; con aro en la oreja como casi todos los jóvenes en Alemania. Conversamos amenamente; le mostré el escudo de la familia. El me dijo que tenía una versión mejor y quedó de enviármela a Chile. Invité a Siegbert a venir a Chile. Me dijo que tenía deseos de venir a América pero que iba a juntar dinero todo este año y me avisaría. Fueron momentos muy cordiales; mientras cenábamos anotamos las direcciones mutuas y prometimos escribirnos.
Günter Scheihing Frank viajó desde Ehningen, donde vive. Hijo de Karl Gustav Scheihing y Helene Frank. Este Karl Gustav es bisnieto del hermano mayor de Mateo, commo yo lo soy de Mateo. Por lo tanto, al ser con él primo de 3º grado, Günter, su hijo ES EL PARIENTE MAS CERCANO QUE ENCONTRÉ EN ALEMANIA. (Sobrino mío en 3º grado).
GEORG WOLFGANG SCHIMPF Y HEIDI SCHIMPF
========================================
Había recibido varios recados y me habían dejado una tarjeta pidiéndome que por favor los llamara. Pensaba llamarlos al día siguiente. En realidad no me parecía que los nombres correspondieran a los de algún eventual pariente. Pero a las 9 de la noche he recibido la llamada telefónica directamente en mi pieza. La voz de una señora: "Herr Scheihing, necesitamos que Ud. venga; si no puede Ud. salir podemos ir yo y mi marido donde Ud." Entonces recibo las indicaciones de la dirección, la que está a unas 4 cuadras. Acordamos que voy en el momento.
Me reciben con alegría. Un caballero de 88 años, muy lúcido de mente y ánimo. Camina, resopla, tose con estruendo. Se me asemeja un antiguo guerrero cuyo espíritu lucha contra las limitaciones de su ya cansado físico. Se trata de don Georg Wolfgang Schimpf. Le acompaña su solícita señora doña Heidi Schimpf. En efecto don Georg ha sido un guerrero. Pero un guerrero de la paz. Ha dedicado su vida a la causa del pacifismo. Ha vivido en Francia y en Africa. Profesor, escritor de libros y canciones antibélicas. Todo un personaje. A los pocos minutos me siento honrado de estar en su casa. Su hogar es un nido de recuerdos, antiguos muebles abarrotados de artesanías de todo el mundo, regalos, premios, libros, un piano...
Con gran hospitalidad me dice: "¿En qué idioma prefiere conversar?, ¿alemán, inglés, francés?" Le respondo que prefiero en alemán con ayuda del inglés. Me habla con pasión de la causa de su vida, a pesar de lo penoso que le resulta por limitaciones bronquiales. Su señora asiente a todo. Sirven vasos de buen vino blanco y Heidi, exquisitas galletas de pascua. Mi presencia es una pequeña fiesta para ellos, lo que no acabo de comprender todavía. Me muestran cuadernos con saludos de visitantes de todos los continentes. Hay mensajes en todos los idiomas, incluso en japonés.
Ahora me explican el por qué de su deseo de conocerme. Resulta para mí toda una sorpresa. "Hace dos años pasó por este pueblo un chileno pariente suyo. Rodrigo Scheihing y su novia Nancy Hitschfeld. Habíamos ido al cementerio y allí estaban ellos tomado algunas fotografías. Conversamos y los invitamos a tomar el té. Estuvieron aquí. Eran muy simpáticos y dejaron un saludo en el cuaderno." Entonces me muestran un bonito saludo y agradecimiento firmado por Rodrigo y Nancy. (Rodrigo Scheihing García es hijo de Humberto Scheihing Morales que vive el Puerto Montt. El año pasado, Humberto tuvo la gentileza de enviarme la foto que sacó Rodrigo en el Cementerio de Untertürkheim. Fue una de mis motivaciones para ir a Alemania.)
Les explico que efectivamente somos parientes, que no conozco personalmente a Rodrigo pero sí a sus padres ya que los he vistitado en su casa de Puerto Montt, al Sur de Chile. Me comprometo a hacerles saber de este feliz encuentro a fin de cerrar el círculo de amistad.
Enseguida don Georg me dedicó un saludo en su libro de poemas y canciones: "Das Zünglein der Nymphe". Me regalan el libro. Además me han leído algunos poemas y hemos cantado juntos algunas de las canciones que contiene, ya que están con partitura. Fue para mí otro momento emotivo e inolvidable. Una muestra más de la ternura que saben los alemanes dar a quienes deciden querer.
Emocionada despedida de quienes sabemos que no nos veremos más. Me voy impactado. Cuesta asimilar este tipo de experiencias ante las cuales no se puede ser indiferente. ¡Que Dios los conserve con vida y salud! El mundo estaría mejor si hubieren más personas como ellos.
ULTIMOS DIAS EN ALEMANIA - BAD CANNSTTAT
==========================================
Habiendo recibido varias invitaciones para la noche de Navidad las he declinado todas, aduciendo que ya no estaré en Untertürkheim para la fecha. Es Navidad para los alemanes una fiesta tan importante e íntima de cada familia. No me he otorgado el derecho de irrumpir en ninguna de ellas.
Es así que el día antes me he despedido de todos. Pasé rápidamente por casa de Mina y Hans; también me fui a despedir de Gisela. Cariñosa despedida en la Gasthof "Adler". Ya en la calle, camino a la estación me ha atajado para despedirse el Presidente de los Ciudadanos de Untertürkheim. Tomo el metro hasta Bad-Cannsttat y me instalo en un Hotel de propietarios coreanos. Buen servicio, todo muy ordenado y limpio, precios razonables. (Las Gasthof cierran en estas fechas).
Solo haré una mención rápida de mis últimas impresiones de Alemania, las que fueron, como siempre, imborrables:
- Visité el gran parque "Wilhelma". Varias hectáreas de prados y bosques, junto al río Neckar.
 En él existe un enorme zoológico; es impresionante porque los animales, incluso los salvajes, viven el condiciones lo más parecidas posibles a la libertad del mundo natural.









- Estuve en el Museo de la Daimler-Benz. Tienen todos los modelos de autos Mercedes Benz, desde el primer auto que todavía lo hacen funcionar. Ví también la primera moto de la historia (de 1905).
 La entrada al Museo es gratuita y hay buses cada 15 minutos que te llevan y traen desde el Museo.









- Visité el pueblo medieval de Esslingen. Estuve allí medio día. Lamento no haber ido antes ya que su arquitectura medieval es como para disfrutarla varios días.
ESSLINGEN


Teniendo presente el acuerdo que tenía con Holger de pasar la última noche en su casa para tomar el avión al día siguiente, lo he llamado varias veces por teléfono, pero solo obtuve respuesta del contestador automático. Deduje que Holger y Gertraud habrían viajado a pasar la Navidad a otro pueblo, al demorarse la confirmación de mi viaje a Frankfurt.
El mismo día Viernes 29 de Diciembre viajé de Cannsttat a Stuttgart y de allí a Frankfurt y me fui directamente al aeropuerto.
Cuando faltaba una hora para el despegue, me llaman por el sistema de parlantes del aeropuerto. Me entregan un mensaje. Es Holger que me pide lo llame de inmediato. Lo hago (con la tarjeta que me regaló Ingrit en Kassel). Es Holger, preocupado porque no fui a su casa según lo convenido. Le explico lo del contestador automático. Al parecer a Holger se le olvidó desconectarlo. Le cuento en resúmen lo bien que me ha ido. Los innumerables datos que traigo conmigo, los parientes que he conocido y prometo enviarle la información desde Chile. Me despido sentidamente de él y reitero mis agradecimientos por todo. Me desea buen viaje y que retorne alguna vez.
Abordo el avión a Madrid donde llego como a las 9 de la noche. A las cero horas despegamos en el avión grande para atravesar el Atlántico. Temprano en la mañana aterrizamos en Rio de Janeiro. Los trámites son similares que en viaje de ida. Luego salimos finalmente hacia Santiago. Sobrevolamos la majestuosa cordillera y llegamos al mediodía. Me dirijo de inmediato al terminal de vuelos nacionales y tomo el avión que aterriza en Pichoy a las 6 de la tarde. Demoró una hora exacta hasta Temuco. Quince minutos de escala y luego 10 minutos hasta Pichoy. Desde allí, el auto a Valdivia.
Han concluido 38 días de aventura y felicidad. Demoraré semanas para meditar y asimilar todas las experiencias y para revisar el material que traigo: 3 cintas de video para hacer una película. 8 rollos de diapositivas y muchísimos recuerdos y cariños de los parientes de Alemania para sus similares chilenos.
Si tuviera que contestar en dos palabras qué fue lo que más me gustó de nuestra segunda y lejana patria, lo diría sin ninguna duda:
"LO QUE MAS ME GUSTÓ DE ALEMANIA FUE SU GENTE".

Ricardo C. Scheihing
Valdivia, 1996.-

1 Comments:

Blogger Aldana Schehing said...

Gracias por compartir tu experiencia. Fue hermoso leer tu recorrido 🇩🇪❤️

3:57 PM  

Post a Comment

<< Home